Capítulo VIII. Cielo y Tierra.
Sakura y Sasuke estaban sentados en la hierba de noche, habían esperado tanto la luna llena con impaciencia y algo de nerviosismo. Ese día la noche estaba cubierta por estrellas y la luna, enorme y tan blanca como suele ser, estaba en lo alto del cielo.
Mikoto descendió con elegancia y pasividad, mientras su largo cabello negro se movía con el viento y unas pequeñas luces blancas del tamaño de una luciérnaga le rodeaban. Cuando los divisó, lo primero que hizo fue gritar de felicidad. Sasuke ayudó a Sakura a ponerse de pie y ambos trastabillaron cuando la hermosa madre les dio un fuerte abrazo.
"¡Oh, Dios mío!" La mujer se removió las lágrimas de sus ojos, se separó ligeramente. "Disculpen, es que me siento muy emocionada." Les sonrió. "¿Cuándo será la boda?"
"Aún no hemos pensado en ello." Respondió Sakura ruborizada ante ésa pregunta, él simplemente desvió su vista a otro lado. Mikoto no borró la sonrisa de su rostro.
"¿Y qué esperan jóvenes? Aunque luzca tan joven, ya soy toda una anciana." Dijo mientras acariciaba sus pómulos. "Son demasiado lentos." Dijo haciendo un puchero, Sakura rio y Sasuke acarició el puente de su nariz.
"Madre. ¿Sabes que acabas de arruinarnos el darte la noticia?" Entrecruzó sus brazos. "Queríamos decírtelo y que nos dieras tu bendición."
"Ah, soy tu madre, Sasuke. Y una diosa, yo lo sé todo." Sasuke chasqueó la lengua y la pelirosa rio ante la reacción de su futuro esposo. "Pero si es necesario." Mikoto tomó una de las manos de su hijo y una de Sakura para entrelazarla entre las suyas. "Sakura, cuida de mi hijo. Que es todo lo que tengo y lo más importante durante todos mis años de existencia. Confió en que ambos sean felices juntos." La chica se mordió los labios a punto de llorar y ella se volvió a Sasuke, elevando su rostro, debido a que era más alto que ella. "Nadie podrá cambiar jamás la alegría que sentí al tenerte por primera vez entre mis brazos, tan pequeño y frágil me parecías en ese entonces. Ahora te has convertido en un hombre apuesto y de buen corazón. No podría sentirme menos orgullosa de ti." Sakura asintió con unas lágrimas en los ojos.
"Gracias, madre." Sakura asintió y él dio unos pasos hacia su madre y le estrecho entre sus brazos. Mikoto le devolvió el gesto.
Para Mikoto, él había sido su primer hijo, después de sus largos años de existencia y también era la primera cosa que había amado realmente. Aunque su nacimiento no hubiese sido convencional, para ella él era igual que si él hubiese nacido de su vientre. Lo había cuidado desde que era un pequeño y sonrosado bebé hasta convertirse ahora en un joven maduro. Sabía que algún día conocería a una mujer y que se enamoraría de ella, y ése día ahora había llegado.
"Te amo, hijo." Sasuke se inclinó ligeramente frente a ella y Mikoto tomó sus sienes para poder darle un beso en la frente.
"Y yo a ti, madre." Mikoto estuvo hablando con ellos durante un tiempo sobre los arreglos y posibles fechas, hasta que decidió que ya era momento de marcharse. Mientras que los dos jóvenes observaron hacia el cielo y no les importó quedarse fuera hasta el amanecer.
-0-
Sakura despertó primero por los rayos del sol y lo observó dormir a su lado. Notando sus pestañas largas de color negro y el cómo su cabello del mismo color, se mecía ligeramente con la brisa. Acarició su rostro y su piel blanca que se encontraba bastante fría.
"Sasuke." Le llamó. "Sasuke." Repitió de nuevo.
"¿Qué pasa?" Preguntó sin abrir los ojos mientras fruncía el ceño, después se estiró para desperezarse.
"Nos quedamos la noche afuera y ya amaneció." Sasuke abrió los ojos, Sakura rio ante esto y él se irguió, apoyándose en sus brazos.
"Oh." El lago resplandecía a lo lejos y la hierba húmeda daba una sensación de frescura a todo el lugar. Se volvió hacia ella y sonrió. Ella respondió de la misma forma y él le besó la frente, mientras que la joven cerraba sus ojos. Se puso de pie, ruborizada.
"¿Vamos?" Sakura lo ayudó a erguirse y ambos siguieron caminando hacia su hogar.
-0-
Unas semanas después, ambos estaban frente a la cabaña, donde se habían hecho adornos para la ocasión. Sakura tenía un vestido blanco y su cabello estaba suelto, portando una guirnalda de flores blancas y un velo.
La ceremonia la había oficiado un hombre llamado Naruto, el cual era un hombre alto y de piel tostada, con unos hermosos ojos azules. Su cabello era rubio, el cual lucía muy radiante y suave. Poseía una sonrisa muy hermosa, la cual era muy cálida y amable. Este era el hombre del cual estaba enamorada Hinata.
El cielo lucía despejado, el viento era muy calmado y el sol otorgaba su calidez a la tierra, completando el hermoso panorama con los árboles cubiertos de sus frágiles hojas, los campos llenos y las fragantes flores dispersas en la hierba.
Se tomaron de las manos y una vez que Naruto diera su autorización, se besaron, lo que hizo que los asistentes aplaudieran con emoción y alegría. Hinata era una de ellos, otros eran conocidos del pueblo. Por supuesto, Mikoto no podría estar presente pero había dicho que podría verles desde el cielo y que no sé preocuparan por nada.
Posteriormente, comieron y bebieron con sus invitados. El baile también fue muy alegre, Sakura le había enseñado a Sasuke, quién había demostrado ser un buen alumno en ésas semanas, a pesar de que en un inicio trastabillaba con mucha frecuencia. A punto de llegar la noche, Naruto y Hinata se habían retirado, al igual que la mayoría de los invitados.
Después de que las cosas volvieran a sus lugares o al menos quedaran temporalmente en un lugar dónde no estorbaran, Sasuke y Sakura habían pasado su primera noche como esposos.
-0-
Tiempo después, Sakura leía un libro cerca de la chimenea. Desde que había aprendido mucho más sobre las palabras y sus significados, se había convertido en una ferviente lectora. Había descubierto maravillosas historias sobre seres mágicos, historias sobre la guerra y la religión, las preciadas riquezas de lugares lejanos, etc. Sin embargo, ella había acrecentado su interés en el uso de plantas medicinales, las cuales, con la ayuda de una anciana del pueblo, había comenzado a aprender a cultivarlas y utilizarlas como remedios.
Despegó su vista del libro cuando Sasuke entró en casa, cubierto por una gran piel debido a la fuerte tormenta que había iniciado en casa. Ella se puso de pie de inmediato.
"Por poco e iba a ir a buscarte." Dijo removiendo la tela que cubría sus hombros sobre los de él. "Ven, acércate a la chimenea. Estás demasiado frío." Dijo mientras le frotaba las manos.
"Hoy vi a los gitanos de nuevo." Sakura se extrañó ante ésa referencia. "Conocí a mi padre." Ella no pudo ocultar su sorpresa ante esto.
"¿Hablaste con él?" Él negó con la cabeza. "Está bien. No tienes por qué herirte." Lo abrazó, pasando sus brazos por su cuello mientras lo hacía apoyarse en su regazo.
"Me lo dijeron otros aldeanos, sobre lo que él había hecho." Suspiró. "Fuera de él o no, no justificaba lo que le hizo a ella. Cuando lo supe… sentí que debía vengarme y matarlo ahí mismo." Frunció el ceño. "Pero pensé en nuestra vida ahora y no quiero que se vea arruinada por eso. Me pregunto si seré un buen padre."
"Los serás, no te mortifiques más." Besó sus cabellos. "Tú no eres como él." Sasuke, quién estaba apoyado en su regazo, percibió algo en el abultado vientre de Sakura y se irguió sorprendido.
"¿Qué pasa?" Preguntó con desconcierto.
"Se… movió." Una sonrisa apareció en el rostro de Sakura y lo hizo colocar la mano en su vientre. Él permanecía bastante concentrado en ello, percibiendo como su pequeño se removía inquieto en el interior de su madre. El elevó su rostro y Sakura lo besó, a lo cual él correspondió dulcemente. Su pequeño pronto nacería.
Sakura desconocía lo que había cambiado en él en este tiempo y realmente agradecía su presencia. De hecho más que eso, para él no tener a Sakura a su lado, sería como las noches en la que no se presentaban las estrellas o como cuando el frío calaba los huesos en invierno. Cruel, triste, vaga, sería su vida.
Porque para él, Sakura era como la primavera después de un largo invierno: radiante, alegre y mágica. Su cabello era rosa como algunas de las flores que crecían en los campos y sus ojos eran color verde, pero de una tonalidad poco común entre las plantas, lo que la hacía aún más única y especial. Y así como él representaba al cielo, ella representaba a la tierra.
¿Quién diría que la luna y una flor podrían llegar a amarse?
FIN.
De ahora en adelante firmaré así:
—Author's Note:
Bueno pues otra historia llega a su fin. Espero les haya gustado el final. Quería hacer una historia SasuSaku sobre la Mafia, pero no de ésos fanfics dónde él la secuestra o donde Sakura es como agente secreto, porque en realidad, en el inicio las mujeres eran más como amas de casa y son muy pocas las que han incursionado como líderes o así. Aún lo pienso. Tengo otras ideas en mente, pero también me gustaría intentar algo más que sólo imágenes para el SasuSaku Month 2013. :)
—Review's Time:
Saori Haruno: Muchas gracias por tu comment. Quería introducir un poco antes a Hinata pero conforme iba escribiendo fue hasta ahora. ¿Verdad que Sasuke puede ser lindo? :3
Ladyrose23 :Creo que tuviste una muy buena interpretación del capítulo anterior y te agradezco que sigas comentando cada vez que te es posible. Thanks, de verdad lo aprecio mucho. :) Espero este final sea de tu agrado.
freya no uta: Thanks! :D Gracias por decir que son lindas las parejas, me alegra saber que al menos les gusta.
Todos sus favs, los reviews de los anteriores capítulos, sus mensajes por inbox, de verdad significan mucho para mí y bueno no me queda más que decir que nos leemos pronto. :D Y Feliz Mes SasuSaku 2013. (Mucho fanart, fics, etc.) No puedo estar más orgullosa de pertenecer a los fans SasuSaku (Desde que inició la serie xD)
Espero leer también alguno de sus creativos trabajos. Saludos y hasta otro fic.