Nota de autora: Bueno, aquí el segundo capítulo (¡Wau! ¡Son dos capítulos más de los que creí que alguna vez escribiría!). Lamento no haberlo subido muy a tiempo (Ya que prácticamente ya es otro día, son las 12:11) Pero tuve que irme a un viaje no planeado ._. y regrese hasta hace algunas horas x(
D: Algunos nombres no me dejaba ponerlos FF, asi que tuve que agregarles a algunos mayusculas o puntos, lo siento D:
Contestación a los comentarios:
Renax3023: Me alegra muchísimo que te hayan gustado los capítulos que llevo hasta ahora, espero no decepcionarte con este. Lamentablemente no puedo actualizarlos muy rápido, soy lenta al escribir y cuando termino, vuelvo a releerlos varias veces hasta que creo que están medio decentes xD, ya que a mí me agrada bastante cuando las historias no llevan faltas de ortografía, aunque yo también fallo con algunas cosas como "Allí" o "Ahí" acentos y esas cosas, procuro que se entienda. x3
Muchas gracias por escribirme, en serio lo aprecio y espero que sigas pasándote por aquí, prometo que habrá acción, romance, suspenso, conflictos y emociones fuertes ¡Como debe ser!
Sumika..Moe: Que bueno que te guste la idea de las fechas*w*, pero creo que ya no podré ponerlas u.u, porque luego me salen muchos inconvenientes D: también espero que te agraden mis historias tanto como a mí las tuyas, hay que seguirnos esforzando para escribir, no olvides que espero los siguientes capítulos de tus historias ¡Eh!
Anis: Jejeje, si, lo sé, la flojera es un gran problema, sobre todo cuando la llevas en la sangre D: Pero como me gusta mucho escribir y me sirve para relajarme, lo hago x3
Y sobre tus dudas, intentare resolverlas en los siguientes capítulos xD, recuerda, las dudas son el principio del interés, y con mantenerte en ese estado me conformo para seguir escribiendo capítulos. Gracias por hacer caso a este fic, y espero sigas ahí en la siguiente actualización :D
También gracias a Guest, Sneik-Shm31 y Bloodytokita, espero que sigan leyendo ;)
Advertencias: Este fic contiene en general bastante violencia, sangre y palabras mal sonantes.
Y sin nada mas que decir, ¡A leer!
Casi lo lograba hasta que sintió como las cosas se nublaban dificultándole la visión, algo le dolió intensamente, pudo descubrir un horrible olor a pólvora en su chaqueta. Se balanceo hacia un lado pero aun así no se detuvo, gruño y toco su hombro con las manos temblorosas descubriendo que salía un montón de sangre de él.
Le habían disparado.
Corrió lo más rápido que pudo intentando no caer, estaba saliendo demasiada sangre de la herida de bala y se le complicaba tomar alguna de sus armas para defenderse.
Instintivamente se cubrió con uno de los árboles que había allí al escuchar un zumbido de bala casi rozando su cabeza, pegándose completamente a la corteza e intentando normalizarse, pues respiraba agitado, apretando su brazo para evitar desangrarse. En ese momento pudo ver como se abría una de las entradas principales frente a él en un gran estruendo, los refuerzos habían llegado justo a tiempo.
Suspiro algo más tranquilo, sus compañeros se encargarían de los guardias de la entrada mientras él se ocupada de los pocos de adentro, hubiera querido hacerlo solo pero ya tenía dos molestas heridas en un brazo de cuchillo y bala.
Rompió una tira de su camiseta y dejo su chaqueta abierta, haciendo un torniquete en su brazo para evitar desangrarse. Más tarde se ocuparía de limpiarlo para evitar una infección.
Las balas poco a poco cesaban del otro lado, su escuadrón estaba acabando con los enemigos. Alguien se acercaba corriendo hacia el
– ¡Fl- Fliqpy! – Gritaba agitado el chico, al estar tan solo a unos cuantos metros sintió como alguien lo derribaba contra el suelo, golpeaba su rostro contra la tierra y rozaba la piel de su cuello con algo metálico, todo en un movimiento. El miedo lo invadió.
– ¡Cállate estúpido! – Dijo Fliqpy alterado, ¿Qué se creía ese imbécil al ir gritando su localización como si nada? – Tienes suerte de que no te haya roto la garganta aún –
–L-lo siento mucho – El chico era más pequeño que él, y sabía perfectamente de lo que Fliqpy era capaz, lo había visto muchas veces.
– ¡ME IMPORTA UNA MIERDA SI LO SIENTES! ¡SOLO SUELTA LA MALDITA INFORMACIÓN! –
– Y-yo – Trago saliva – La otra parte del escuadrón me encargo decirte que planean simplemente derribar a los guardias externos, tu trabajo será desacerté del principal – Volvió a hablar con miedo – Ya encontramos a la segunda división, no todos están muertos, y mi superior dijo que intentaría alcanzarte en cuanto llegues al centro del territorio enemigo –
– ¡¿Ese estúpido va a venir?! – Arrojo al muchacho a un lado –Lárgate de una maldita vez Cub, antes de que comience a desquitarme contigo –
El pequeño de quince años no espero recibir la orden más de dos veces y salió corriendo al lado de su escuadrón, intentando defenderse igual que los demás. Fliqpy lo miro con el ceño fruncido.
–Tsk – Gruño – Estúpidos– Dijo y volvió a fijar su vista en la entrada a la base
Decidido avanzo con paso veloz al saberse olvidado por los del bando enemigo, estarían demasiado ocupados defendiéndose de los otros como para prestarle atención a uno solo.
A lo lejos podía verse la base enemiga, con algo de esfuerzo se ocultó de los contrincantes que seguían saliendo a derribar a los intrusos, y sin meditarlo mucho, se adentró por una pequeña puerta cerca de la principal. Esta se veía un poco menos vigilada, pero al caminar un poco más, se dio cuenta de que no era así.
Algunos rivales no perdieron tiempo y se dispusieron a eliminarlo inmediatamente, Fliqpy helo la mirada y suspiro.
Dejo liberar su instinto más asesino mientras agachaba el rostro, y cuando lo hubo levantado sus pupilas amarillas brillaban aún más que de costumbre, mientras su boca se deformaba en una sonrisa psicópata.
Tomo su cuchillo tan rápido que pareció brotar de la palma de su mano, mientras ya se encontraba abalanzándose salvajemente contra el primero que se había acercado…
La sangre, los gritos y los tajos certeros, dados a matar se mezclaron en una escena, como tantas que se veían en la guerra. Los golpes y puñetazos eran tan fuertes que hacían crujir los cuerpos y algunos incluso mataban al instante, la mayoría caía sin vida al suelo, cuando Fliqpy pudo reaccionar, el pasillo ya estaba bañado en sangre.
Había asesinado a la mayor parte de la guardia que se encontraba en el lugar y a los que no... Bueno, digamos que simplemente no podrían avanzar sin sus piernas, brazos y ojos. Río un poco al recordar a uno de ellos llorando con las extremidades destrozadas y los huesos de los brazos rotos en un ángulo que solo se podía denominar como perturbador, no paraba de pedir piedad por una muerte rápida… que sabía que no tendría. Pensó que era muy molesto, así que lo dejo vivo y le arrojo el cadáver de uno de sus demás compañeros encima para que dejara de sollozar. Bueno, no todos los hombres podían morir sonriendo.
Ahora solo faltaba encontrar a aquel hijo de puta al que el ejército quería muerto, y no era de más, "The Black" (Como se hacía llamar el mismo, y como era conocido por las líneas delincuentes más importantes) había estado traficando hacia los Estados unidos armas defectuosas de fábrica (Seguramente del ejército alemán) que al tercer disparo colapsaban y mataban a su dueño, además de varios arsenales de droga que sus contactos vendían a menores de edad y dispersaban por varios estados, sin mencionar los cultivos de marihuana y el lugar donde también trataban otra droga llamada "Cristal"*. Pero lo más importante, The Black estaba involucrado en "ese" otro asunto.
Camino distraídamente por los pasillos, todo estaba asquerosamente descuidado. Los vidrios se encontraban repletos de polvo hasta el grado de no poder distinguir nada a través de ellos, había sillas rotas por todos lados e incluso manchas de sangre viejas, quizá ocasionadas por alguna desobediencia por parte del mismo bando.
Unos cuantos gritos masculinos se escucharon, más bien parecía una discusión que una pelea. Fliqpy se apresuró a llegar con pisadas sigilosas a una de las últimas puertas, lo que menos quería era llamar la atención, escucho un poco y sin poder contenerse la abrió de golpe con una patada. Alguien lo quiso detener inmediatamente, pero por supuesto que ya estaba preparado, así que simplemente levanto su pistola y disparo a la cabeza. Fue un detonante directo, rápido. Algunos trozos de cráneo y materia gris volaron alrededor manchando todo el suelo. Volteo esperando ver a alguien más, nadie.
Qué raro, pero seguramente todos los demás guardias habían ido ya antes. Así que solo busco su objetivo, revisando minuciosamente toda la habitación hasta encontrarlo, sus pupilas amarillas se movían de un lado a otro queriendo encontrar cualquier movimiento, cualquier cosa sospechosa. Tiro algunos libreros al suelo violentamente y pateo las cosas que había alrededor ¡¿Dónde mierda estaba ese tipo?!
– ¡Sal ya maldita sea! – Enojado golpeo un vidrio del lugar con el puño cerrado, dio media vuelta y arrojo unas cuantas cajas vacías.
Un quejido se escuchó inmediatamente al tocarlas.
Volvió a golpear las cajas, pero esta vez con el afán de herir. Al no recibir respuesta las empujo a un lado, descubriendo algo realmente patético.
Ahí estaba justo frente a él "The Black", aquel hombre con el que el ejército había batallado tanto, que habían mandado a un escuadrón completo de veinte soldados, ahí se encontraba ese sujeto asustado como un maldito perro a punto de ser castigado ¿No había nadie más? ¿En serio él era The Black? Pero no importaba, no esperaba verdaderamente a alguien fuerte, solo estaba allí en busca de información, que seguramente ese estúpido tenia.
Pateo su quijada logrando hacerlo escupir sangre de la boca y lo alzo violentamente de la camisa, al observarlo noto que no era más que un pequeño hombrecito de aproximadamente unos 40 años, y medía si acaso 1.60 (Ah comparación de él, que medía 1.88). Encontrarse con eso era demasiado decepcionante para él, así que con una expresión seria se dirigió a él.
– ¿Dónde está? – El tipo comenzó a temblar cada vez más, el peli~verde sonrió internamente al darse cuenta de que ese tipo era fácil de intimidar.
– ¡RESPONDE! –
– Por fa-av-oor n-no me mate s-señor– Murmuro aquel hombre muerto de miedo, los ojos neón de Fliqpy brillaban escalofriantes.
–Dime la ubicación de esa maldita cosa–
– ¡No está aquí! – Dijo un poco alto el hombre
–Ya lo sé – Extrañamente Fliqpy aún conservaba la calma –Pero debes tener por lo menos la idea de donde esta –
– No sé nada de eso, yo no manejo esas cosas, ¡solo me encargo de la droga y las armas! –
El chico de ojos amarillos soltó algo parecido a un "Ah" y dejo caer al sujeto de forma brusca
– ¿M-me matar-ras? – Tartamudeo el tipo
– No te preocupes… no lo hare – Respondió Fliqpy sonriente… a su manera.
Parecía que con eso el individuo ya había comenzado a bajar la guardia. Pero entonces, Fliqpy se acercó y lo sometió de manera rápida, tomándolo por sus brazos e inmovilizándolo contra él suelo.
– ¡P-pero dijis-ste q-que n-no me matarías! – Le dijo "The Black" nervioso de nuevo –Y ya te dije que no se absolutamente nada, no te ayudaría matarme –
– No, yo no te matare – Soltó el chico en una carcajada grave con una terrible mirada sádica – Pero desearas que lo haga – Hizo una nueva sonrisa, pero esta resulto aún más perturbadora.
Apretó el agarre de los brazos y saco una impresionante cuchilla más grande que la utilizada anteriormente, en la cual se podía apreciar un gran filo… Y la encajo en la columna del tipo, haciendo que se quedara completamente paralizado, no se movía, no podía moverse. La giro hasta hacer crujir algunos músculos, y sonriendo, volvió a encajarla aún más. Lloraba, Fliqpy lo sabía, era uno de los mejores métodos de tortura que le gustaba utilizar, encajaba algo en la columna de sus enemigos hasta dar con el hueso (No importaba si era un cuchillo o un palo, ambas eran dolorosas, pero una más que la otra) y comenzaba el verdadero sufrimiento. Lo mejor de eso era que podían sentir, llorar, quejarse, implorar clemencia pero no defenderse.
– Al final no me has servido en nada… – Dijo mientras le mandaba una mirada de lastima a "The Black" – Hora de pedir disculpas – Término por decir Fliqpy en una gran carcajada mientras retorcía el arma nuevamente.
Se divertiría un rato con él, después de todo, le molestaba demasiado la idea de saber que no había servido de nada ir a esa estúpida misión, y de haber peleado con el marica de Flippy para ir esta vez el al mando.
Saco otra arma de cuchilla de sus ropas, esta vez más pequeña que las demás y la acerco a la cara del hombre, para después comenzar a arrancar trozos de piel, casi como si fuera una patata siendo despojada de su cascara.
Se sentía frustrado.
Casi una hora después, sus botas militares resonaban por la estancia, como un silbido de muerte a quien tuviera las agallas para decidir cruzarse en su camino.
Tenía los sentidos a flor de piel, la sangre de los soldados recién muertos y de "The Black" aún se encontraba fresca en su uniforme, rio un poco y soltó un corazón recién arrancado de otro individuo que se había encontrado vigilando en el mismo pasillo minutos antes.
*Crack*
Giro el rostro al escuchar ese pequeño ruido, una escalofriante sonrisa se dibujó en su rostro dejando ver la hilera de dientes puntiagudos, aun no estaba cansado, aun podía seguir y encargarse de algún cobarde que quizás se había escondido.
Estaba en territorio enemigo y ahí, o matabas... o morías. Lo cual, para él era bastante divertido después de todo, y más aún cuando podías hacerlo con tus propias manos.
Camino un poco más lento buscando alguna entrada de la cual pudiera haber salido el ruido. Miro a su alrededor, en aquel lugar no se encontraban nada más que algunas ventanas rotas o repletas de tierra, pero luego noto la excepción, una reja desgastada y ligeramente rota.
Cuando la vio, golpeo la cerradura varias veces *Crac, crac, crac* aquel pobre pedazo de metal no resistió mucho y cedió a los cuatro golpes, quebrándose de abajo y barriendo la cerradura vieja en un sonido seco.
La empujo hacia un lado y entro, solo era un pequeño mini pasillo oscuro de unos tres metros de largo que daba a una habitación, todo allí estaba oscuro, más que las demás habitaciones, sin contar también las bandejas con restos de comida echadas a un lado y una soga manchada de sangre seca.
Extrañado abrió la pequeña puerta con un gesto vacío, dándose cuenta de que era una diminuta bodega, quizás utilizada para guardar una parte del armamento que vendían, tendría suerte si encontraba alguna diversión ahí.
El lugar era demasiado pequeño como para que hubiera varios soldados, así que desecho la idea de una emboscada, pero siguió alerta a cualquier cosa de todos modos.
Volvió a escuchar otro ruido a un lado suyo, provocado por unas cuantas cajas que se encontraban en el cuarto, parecía que se habían caído sobre algo, Fliqpy estaba a punto de acuchillar al causante de aquel desorden cuando noto, que este había comenzado a temblar. No podía ver quién era, ya que las cajas que se le habían caído encima contenían muchísimas hojas de Marihuana sin tratar, parecía que apenas las habían cosechado de los cultivos cercanos. Pero el punto es que esto impedía poder ver a la figura escondida, que ahora temblaba y sollozaba de una manera que rozaba a la lastima.
– Levántate ahora – Dijo Fliqpy ya más calmado, ese pequeño bulto no parecía un gran enemigo realmente.
Después de unos cuantos minutos sin recibir una respuesta perdió definitivamente la paciencia, al parecer ese estúpido no quería obedecer, Fliqpy se molestó, a él NADIE le desobedecía.
– DIJE, ¡QUE TE LEVANTES MALDITA SEA! – Ordeno fuertemente
Se acercó más a la figura, que asustada comenzó a salir de entre las hojas de marihuana lentamente, dejando ver a una chica de unos diecisiete años con el cabello y los ojos rojizos, llorando y temblando con la ropa desgarrada, dándole una gran sorpresa al soldado. Lo peor era que en ella se podían notar varias heridas a lo largo de todo su cuerpo, la analizo de arriba abajo con disimulo hasta encontrar algunas cortadas en sus piernas y en su cuello (Solo llevaba una camisa hecha girones que algún día había sido seguramente blanca y un pantalón roto y desgarrado hasta arriba de las rodillas), seguramente causadas por un ataque. Inclusive podían verse algunas quemaduras algo recientes en sus piernas.
Pero definitivamente, lo que más sobresalía era un tremendo moretón debajo de su ojo izquierdo, por el cual ya resbalaban algunas lágrimas. La chica comenzaba a llorar cada vez más.
–Qué haces aquí – Dijo bastante molesto el soldado, no podía matar rehenes según las ordenes, además de que esta chica se notaba que estaba bastante lastimada. No obtuvo respuesta por parte de ella y Fliqpy se desesperó de nuevo dándole la peor de sus miradas, la chica retrocedió asustada ante aquellos imponentes ojos amarillos.
–Te pregunte – Dijo lentamente, cada palabra parecía tener una advertencia mezclada y el militar avanzaba hacia ella –Lo que hacías aquí –
La chica volvió a reanudar las lágrimas intentando articular una palabra y dejar de hacer algo más que sollozos.
Bien, eso era suficiente. Fliqpy saco su cuchillo de caza del bolsillo y tomo a la pelirroja del cuello, arrojándola no tan fuerte contra la pared, pero si lo suficiente como para que una herida en su hombro volviera a sangrar.
– Respóndeme ahora o sufrirás las consecuencias mocosa – Dijo acercando el arma a su mejilla.
La chica solo comenzó a sollozar más fuerte intentando liberarse de aquella mano que no la dejaba respirar, sus uñas no podían hacer gran cosa contra la dura piel del soldado.
– ¿Quieres decirlo por las buenas, oh por las malas? – Dio una pequeña sonrisa amenazante, apretando aún más el agarre de la chica.
Pero entonces, sin previo aviso la puerta de la bodega se abrió de golpe, no había razón para voltear... El chico de cabello verde sabía de sobra quien era, sintió un fuerte golpe en la mano que provoco que arrojara su cuchillo de caza contra la pared, y dejara de asfixiar a la pelirroja, quien había caído bruscamente al piso por el sorpresivo ataque.
Fliqpy rio un poco, ni siquiera se había alterado
– Ya te habías tardado en venir, estúpido bastardo –
Volteo y miro fijamente a la cara al personaje que acababa de aparecer.
Notas:
*Cristal: La droga conocida como "Cristal", también denominada Speed, Meth, Hielo,Vidrio, Tiza… denominado comúnmente como metanfetamina.
Nota de autora: Vaya forma la de Fliqpy para tratar a las personas ¿Verdad? xD Es un loquillo :3, pero uno muy sexi -w- que sabe usar armas, matar personas, maldecir a todo el mundo y aun así sonreír al mismo tiempo por cosas tan simples como ver plañir a alguien sobre un charco de sangre (?)
Pobre Flaky, aún no se sabe porque estaba allí secuestrada, y su encuentro con Fliqpy no fue el mejor… además de mencionar las innumerables heridas que tiene por todo el cuerpo y que aparte de todo el estúpido de mi sexi militar le grite y la arroje salvajemente contra la pared -.-U
¿Quien se imaginan que sea el que acaba de llegar? 7u7
PD: Por si se lo preguntan, aunque en este fic solo haya salido Fliqpy hasta ahora, les aseguro que Flippy también tendrá la misma importancia que él, pero saldrá hasta el próximo capítulo por primera vez.
Nos vemos en la continuación de esta sensual historia; - ¿Quién será el personaje que acaba de llegar? - ¿Qué tiene que ver con Fliqpy? - ¿Qué pasara con Flaky a partir de ahora?
Esto y más en el próximo seguimiento de este fic
Sin nada más que decir, me despido:
– Saori Bell Lawliet Black –