15/4/2013 01:09am

Palabras: 544

14A

Podría decirte planes, me gustaría hacerlo. Gritarle al mundo lo que haré en la semana, demostrar que tengo el control sobre mi vida.

Pero no es así.

Confiamos en su honestidad, y nos falló.

Apelamos a su vergüenza de saberse encontrados hasta el cuello en evidencia, y descubrimos que está rodeada y protegida de dinero robado.

Esperamos que pensaran en las millones de vidas que pendían de un hilo, y la tijera estaba en sus manos.

Porque este día significaba mucho más que solo 24 horas. Este día significaba el destino por los siguientes 6 años, significaba nuestra miseria o nuestra resurrección.

Y nos vieron caer por culpa de trampas sucias, de resultados fingidos.

Nos vieron ser amordazados y cegados.

Nos vieron sufrir, nos ven sufrir.

Pero nadie estira su mano.

Solo se acercan los que dinero piensan sacarnos, adulan al mandamás de la violencia, y su ego crece y nos asfixia.

Y creció y creció y cayó por su propio peso.

Y el nuevo tirano no llegará tan arriba, pues su mentira le tirará al suelo.

Y aun así, ¿es incorrecto mantener la esperanza? ¿Es tonto querer creer en un solo hombre, hombre que está en los huesos por nosotros, para que nos saque de nuestra miseria? ¿O mantener nuestras ilusiones es solo el alargamiento de un sufrimiento más grande? ¡¿Es acaso darle largas a la realidad cruel en la que se vive?!

¿Acaso Dios se olvidó de esta pequeña nación? ¿De este pequeño trozo de tierra? ¿De nuestra gente? ¿No oye nuestros lamentos ni ve caer nuestro llanto?

¿No oye los lamentos de las almas de los idos?

¿No oye los gritos de los que aun quedamos?

Pasamos catorce largos años bajo el yugo de un tirano, sabemos que es la muerte, la escasez, la tristeza, los conflictos, la violencia, el miedo.

Miedo del gobierno.

Miedo de los problemas.

Miedo por nuestras familias.

Miedo por el futuro, ¡el oh incierto futuro!

Y el miedo se convierte el ira y resentimiento, que no es mejor, pero si un poco más reconfortante.

Y la ira nos da impulso para defender a nuestras familias y a nosotros mismos, y tal vez a todos los desconocidos a los que solo hemos visto una vez.

Y ese impulso nos ayuda a defender nuestras tierras y nuestras vidas.

Nos ayuda a defender nuestro futuro.

~o~

Tal vez un día me enojé porque quisiste saber mis planes a futuro. Me enojé porque preguntaste que iba a hacer durante la semana.

Me gustaría tanto poder gritarte emocionada que voy a hacer las próximas dos horas.

Pero vivo en una guerra, yo y millones de personas, una guerra escondida y disfrazada. Donde los muertos se amontonan en las esquinas y los heridos no caben en los hospitales. Vivo el día como si fuera el último, alerta a cualquiera que pueda retrasar mi regreso a casa.

Si nadie nos da la mano para ayudarnos a sacar al payaso mentiroso, nosotros nos encargaremos de darle fin al sufrimiento.

Y si mantengo mi esperanza por una causa perdida, no me lo digas y déjame caer por la tierra que me vio crecer con una sonrisa plasmada en la cara.

Si no puedes darme tu mano, dame al menos tu aliento.

¿Lo harías por mí?