Palabras: 525

Fandom: D-Gray Man

Advertencias: Spoilers del manga! E insinuaciones insinuosas de Shonen-ai, chicoxchico. Si no te gusta no leas, eres libre de no leerlo!

Disclaimer: D-Gray Man no es mío, si lo fuera... Lo hubiera terminado, no como otra malvada mangaka que nos dejó en ascuas ._.

Notas: Bueno, yo... Siempre me pregunté por qué el Bakanda volvió de entre los libres para meterse de nuevo en semejante guerra... Y seguro Allen también... Y de allí salió esto... Lo que sea que sea esto.. Es un POV del Moyashi.

Porque ya era hora de escribir algo que no fuera de Hetalia~

Dedicado a mi ensayo de geografía económica, apodado cariñosamente como "idiota", si no fuera tan aburrido no hubiera escrito esto!

Razones

¿Por qué?

Realmente no lo entendía, y la pregunta le daba vueltas en la cabeza, una y otra vez en un ciclo interminable. Le dio la oportunidad de huir de la Orden, de huir de los recuerdos, de curar sus heridas en compañía de aquella persona a la que amaba, de disfrutar de sus últimos momentos junto a Alma para luego rehacer su vida lejos de toda esta locura de akumas, noés, exorcistas e inocencias.

Lejos de la guerra.

Lejos del dolor.

Lejos de mí y mi maldición creciente.

¡¿Por qué volvió entonces?!

Por más que le miraba, aún en la penumbra de ese cuarto de hotel barato, le analizo cada rasgo, desde sus ojos negros, su cabello largo y sedoso, su piel blanca, sus labios finos. Su eterno seño fruncido, sus palabras ácidas, las marcas en sus antebrazos. Nada me da una respuesta. Todo sigue igual, como si volviéramos en el tiempo.

Pero no.

Allí en el fondo de sus ojos, en lo más profundo, puedo ver como la tristeza que siempre le acompañaba se ha esfumado, dando paso a una tranquilidad envidiable.

Su seño sigue fruncido en la eterna mueca de molestia, pero sus rasgos se suavizan mientras tiene la mirada perdida en la ventana, como si recordara algo agradable.

Con un suspiro dejo mi lugar recostado en la pared para lanzarme a una de las camas.

¿Por qué?

Dijo que me debía el favor, ¡ja! como si yo realmente hubiera pensado en cobrarle.

Tal vez teme que acabe con la Orden luego de convertirme en el 14vo? Demasiado inverosímil para Kanda. Demasiado humano para ser él.

¿Entonces qué?

Largos cabellos rojos acuden a mi mente -maestro idiota- digo mientras me acurruco un poco más entre las cobijas. Seguro mi maestro me diría que lo estoy pensando demasiado, todo adornado con su muy delicado vocabulario, y tal vez un coscorrón. La imagen mental se hace sonreír un poco, le extraño tanto. Seguro Kanda debe extrañar mucho a Alma también.

Tal vez... ¿Volvió por algo que le pidió Alma? Quién sabe... Aunque Kanda nunca hace lo que los demás le piden, pero puede que Alma sea la excepción.

Es inútil, por más vueltas que le doy al asunto no voy a conseguir respuesta, pero...

Si yo hubiera tenido su oportunidad, si yo hubiera podido escapar de todo esto con la persona a la que amo... La hubiera tomado, y no habría vuelto. Por eso no entiendo su presencia aquí. Si yo hubiera podido escapar y formar una vida fuera de la Orden con mi maestro idiota, lo hubiera hecho! Todas las facturas y deudas valdrían la pena. Aunque estando o no en la Orden Cross me carga con sus facturas así que... Solo quitaría el factor de posible muerte por akuma de la ecuación... Eso me deprime un poco... Y pensar que ese idiota pelirrojo dejó que lo mataran, hasta Tim le extraña.

Miro a Kanda una vez más antes de cerrar los ojos y caer en brazos de Morfeo.

Ahora ambos estamos solos, él sin Alma, yo sin Marian.

-Solo nos queda seguir caminando por aquellos que no pueden hacerlo ya.

-Gracias... Moyashi.