Declaimer: Los personajes utilizados en esta historia son propiedad de Rumiko Takahashi. Esta es una adaptación de la obra original "Orgullo y Prejuicio" que pertenece a la renombrada escritora Jane Austen. Es llevada antes ustedes sin fines de lucro y con el único objetivo de entretener a los lectores.

¡Hola de nuevo! se preguntaran que hago subiendo otra historia nueva en vez de actualizar las que ya están sobre la marcha ¿verdad?. Pues bueno, no se preocupen, sigo trabajando en las otras historias y los capitulo están casi listos.

Este proyecto como ya mencione antes, es una adaptación de uno de mis libros favoritos que pues e querido compartir con ustedes. Tratare de apegarme lo mas posible a la historia original, pero para los que ya conocen la historia, advierto que habrá algunos cambios.

Sin mas que decir, aquí les dejo el primer capitulo.


Capitulo I


Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa con la cual compartir su vida, y riquezas, claro está.

Sin embargo, poco se sabe de los sentimientos u opiniones de un hombre de tales condiciones cuando entra a formar parte de un nuevo vecindario. Esta verdad esta tan fuertemente arraigada en las mentes de algunas de las familias que lo rodean, que algunas le considera de su legítima propiedad y otras de la de sus hijas.

Un día cualquiera los señores Higurashi conversaban en su habitación.

—Mi querido señor Higurashi —le dijo su esposa—, ¿sabía usted que, por fin, se ha alquilado la mansión Shingeki?.

El señor Higurashi negó con la cabeza.

—Pues así es —insistió ella con abierto entusiasmo— La señora Takeda ha estado aquí hace un momento y me lo ha hecho saber.

El señor Higurashi no hizo ademan de contestar al comentario de su esposa.

—¿No desea saber quien lo ha alquilado? —su esposa se impaciento un poco al ver la falta de interés en el rostro de su marido.

—Eres tu quien desea contármelo, y yo no tengo inconveniente en escucharlo —respondió finalmente.

Esta sugerencia le fue suficiente a la mujer.

—Pues sabrá, mi querido señor, que la señora Takeda me ha contado que la mansión Shingen ha sido alquilada por un joven muy rico proveniente del norte de Japón; ha venido el lunes en un landó de cuatro caballos para ver la propiedad y ha quedado tan encantado con ella que inmediatamente llego a un acuerdo con el señor Totosai. Antes de Tanabata vendrá a ocuparla; su servidumbre estará en la mansión a finales de la semana que viene.

—¿Cuál es su nombre?

—Taisho. Inuyasha Taisho.

—¿Es soltero o casado?

—Soltero, querido, por supuesto. Un hombre soltero y de gran fortuna; cuatro o cinco mil yenes al año. Un excelente partido para nuestras hijas.

—¿Y eso en que puede afectarles? —preguntó sin esperar realmente una respuesta.

—Mi querido señor Higurashi —contestó su esposa—, ¿Como puede ser tan ingenuo? Debe saber mi señor, que estoy pensando en casarlo con alguna de ellas.

—¿Y ese es el motivo que lo ha traído hasta este lugar?

—Pero por supuesto que no, ¿como puede decir eso? Lo que trato de decir es, que es muy posible que se enamore de alguna de nuestras hijas, y es por eso que usted debe ir a visitarlo tan pronto como él llegue.

—No veo la razón para ello. Puedes ir tú con las muchachas o mandarlas a ellas solas, lo que tal vez sea mejor; pues como eres tan guapa como cualquiera de ellas, es posible que el señor Taisho te prefiera a ti.

—Oh mi señor, me adula. Es verdad que alguna vez fui portadora de cierta belleza, pero ahora no puedo pretender ser algo fuera de lo común. Cuando una mujer tiene cinco hijas adolescentes, debe dejar de pensar en su propia belleza.

—Querida mía. En tales casos, a la mayoría de las mujeres no le queda mucha belleza en la que pensar.

—Bueno, mi señor, en verdad me gustaría que fuera a visitar al señor Taisho en cuanto se instale en el vecindario.

—No te lo garantizo mujer —respondió sin prestar mucha atención.

—Pero querido, le ruego que piense en sus hijas. Dese cuenta de que podría ser un muy buen partido para alguna de ellas. Sir Hoshiyomi y lady Tsukiyomi están decididos a ir. Ya sabe usted que no es muy común de su parte visitar a los nuevos vecinos. De verdad, debería ir mi señor, a nosotras nos será imposible visitarlo si usted no lo ha hecho primero —La señora Higurashi miró a su esposo con suplica.

—Eres demasiado atenta. Estoy seguro de que el señor Taisho se alegrara mucho de verlas; y tú le llevaras unas líneas de mi parte para asegurarle que cuenta con mis más sinceros consentimientos para contraer matrimonio con alguna de nuestras hijas; aunque pondré unas palabras a favor de mi pequeña Kagome.

—Me niego a que haga tal cosa. Kagome no es para nada mejor que las otras, no es ni la mitad de guapa que Kikyo, ni la mitad de alegre que Rin. Pero usted, mi señor, siempre la prefiere a ella. —El señor Higuarashi había logrado molestar a su mujer.

—Ninguna de las tres es muy recomendable —le respondió—. Son tan tontas e ignorantes como las demás muchachas; pero Kagome tiene algo más de agudeza que sus hermanas.

—¡Señor Higurashi! ¿Cómo puede hablar así de sus hijas? Le encanta disgustarme. No tiene compasión de mis pobres nervios.

—Te equivocas, querida. Les tengo mucho respeto a tus nervios. Son viejos amigos míos. Hace por lo menos veinte años que te oigo mencionarlos con tanta consideración.

—¡No tiene idea de cuánto sufro!

—Pero te pondrás bien querida, y vivirás para ver venir a todos esos jóvenes de cuatro mil yenes al año. —había cierto sarcasmo en la voz del señor Higurashi.

—Pero querido, no serviría de nada si viniesen esos veinte jóvenes si usted no fuera a visitarlos.

—Si depende de eso, querida, en cuanto estén aquí los veinte, los visitare a todos.

El señor Higurashi era una mezcla extraña de ocurrencia, sarcasmo, reserva y capricho, que la experiencia de veintitrés años a su lado, no había sido suficiente para que su esposa entendiese su carácter. Sin embargo, el de ella era menos difícil, era una mujer muy bella pero de poca inteligencia, más bien inculta y de temperamento voluble. Su meta en la vida era casar a sus hijas con hombres renombrados; su consuelo, las visitas y el cotilleo.

Continuara… .


Espero que lo hayan disfrutado. ¿Que dicen? ¿continuo o no con esto?

Para mi, sus opiniones son super importantes y siempre son tomadas en cuenta

así de que no duden en dejar su comentario, yo los estaré esperando con ansias.

Otra cosa, los capítulos no son muy largos, por lo que estaré actualizando muy pronto.

Gracias por dedicarle unos minutos a leer esta historia, les mando besos y espero sus Reviews!