Parte de esta historia es real y parte es leyenda, pero esto sí es cierto. Cuando los empleados del ayuntamiento se acercaron al columpio al caer el mes de septiembre encontraron dos cosas: un cuaderno y un anillo de pedida. Lo que leeréis a continuación son extractos de aquel cuaderno escritas del puño y letra de su autor
Lunes, 13 de mayo de 2013
Volverá. Sé que volverá. Tiene que volver. No puede haberse ido a Washington y dejarme a mí aquí, ¿verdad? Eso sería cruel por su parte. No… Beckett me quiere, nunca me haría eso. Todavía recuerdo su cara cuando ha visto el anillo, menuda sorpresa se ha llevado. Algunos escépticos sin corazón podrían decir que era pánico, pero yo sé que era sorpresa. Pura y genuina. Volverá.
Las primeras horas después de que se haya ido han sido las peores. La gente se ha parado a mí alrededor, mirándome como si de un animal de feria me tratara. Algunos incluso me han tirado unas monedas y un niño me ha insultado por tener el columpio ocupado. Ha sido bastante humillante, pero Beckett lo vale. Volverá.
Admito que cuando ha oscurecido he estado tentado de levantarme a irme, pero ¿dónde estaría la gracia? Tampoco es como si estuviera perdiendo toda mi dignidad, ¿cierto? Además, el hambre tiene un factor psicológico. Aunque realmente necesito ir al lavabo. Volverá.
Creo que voy a tratar de dormir un poco. No sé hasta qué punto esta posición puede ser recomendable para pasar la noche, pero no quiero moverme. No fuera caso que Kate volviera y no me reconociera. Porque volverá. Además alguien me ha envuelto en una manta. Dios bendiga a la gente de Nueva York. Volverá.
Me despido por hoy. No sé por qué he escrito estas líneas. Supongo que echaba de menos esto de escribir. Hacía tiempo que no lo hacía. Me pregunto por qué dejé de hacerlo. Es como si una fuerza suprema desconocida controlara mis acciones y decidiera como tengo que actuar. No, menuda tontería. Esa teoría es absurda incluso para mí. Beckett VOLVERÁ.