Gracias a todos los que han comentado, este capitulo ya lo tenia listo, por eso lo subo, pero si veo que no hay mucha gente que lo lee, entonces supongo que tendré que dejarlo y probar suerte con otro. Bueno, aquí va el siguiente:


CAPITULO.2

-"Mi nombre es Caroline, Caroline Forbes"

-"¿Por que estás tan contenta?"- Preguntó confundido al ver su sonrisa.

-"Pues porque ahora que nos hemos presentado, ya no somos desconocidos. Mama dice que no debo hablar con desconocidos, y ahora que ya no lo eres, puedo hablar contigo."- Kol no pudo evitar soltar una carcajada. Nunca le gustaron los niños en general, pero esa pequeña tenía algo en su aura... como una luz própia.

-"¿En que piensas señ-digo...Kol?".- Dijo la pequeña al darse cuenta de que estaba mirando un punto fijo en el aire.

-"Veras, hace muchos años, la ciudad era muy diferente, no había tanto ruido ni gente, ni luces...Yo siempre he sido un hombre solitario, que no confía en nada ni en nadie, pero... tenía un amigo. Era el mejor amigo que podía querer. Se podía confiar en el. Nunca te traicionaría. Y además, montaba unas juergas... cuando ibamos a algun sitio juntos, la gente se horrorizaba, las mujeres caían rendidas a nuestros pies, eramos...éramos el alma de la noche..."- Dijo Kol dejando escapar un suspiro.

-"¿Y que le pasó? ¿Por que no estás con el en Nochebuena?"

-"¿La verdad?...No se que le pasó ni donde está ahora, ni siquiera se si sigue vivo."- La niña lo miró apenada y con algo de tristeza y compasión. Se acercó un poco más y se sentó en el columpio de al lado.

-"¿Y por que estás aquí?"- Preguntó la niña curiosa.

Kol se lo pensó un par de veces antes de contestarle a la niña:-"Este parque, hace muchos años, era su casa. Tenía la esperanza de que todavía siguiera en pié , pero...Espera... Estoy hablando con una niña que no conozco, en un parque abandonado, a las dos de la mañana, oficialmente el día de Navidad...¿Por que te cuento todo esto? "

-"Yo no se lo voy a contar a nadie. Mira, hacemos el juramento de meñiques"- Kol estaba un poco extrañado, la niña le cogió el dedo meñique de su mano derecha y lo unió con el de su mano izquierda y recitó en voz alta: -"Juro que no diré nada de lo que me has dicho"- Y entonces, le dedicó al chico una amplia sonrisa. Él no pudo evitar volver a reírse con la inocencia de la pequeña.

-"Está bien...oye, cariño..¿Donde están tus papas?"- Al oír la mención de sus padres, la sonrisa de la chiquilla se desvaneció.

-"En casa"- Dijo simplemente.

-"Bien, es tarde, vuelve a tu casa, tus padres estarán muy preocupados"

-"No creo, seguramente, ni siquiera se han dado cuenta de que me he ido. ¡Se pasan todo el día discutiendo!"

-"¿No saben que estas aquí? Creo que te has metido en un buen lío señorita. Deberías buscar una comisaría de policía o algo así para que te lleven de vuelta"- Pero la niña no parecía conforme con su respuesta y al ver la cara de decepción en Caroline, Kol siguió diciendo: -"Vamos, querrás estar allí para la mañana de Navidad cuando abras los regalos que te dejó Papa Noel ¿No?"

La niña se rió ante su comentario.- "Papa Noel no existe jaja. No soy una niña pequeña"- Bueno, comparada conmigo eres un recién nacido.- Pensó Kol- "¡Ya tengo ocho años!"

-"¿Y no debería una niña de solo ocho años tener miedo de hablar con alguien que a penas conoce?"

-"No creo que seas malo. Solo quieres parecerlo."- Dijo sonriendo.- "Además, mi madre es la sheriff de un pueblo en Virginia y si fueras un malo, te haría ¡BUM,BUM! Con la pistola que tiene y te metería en la cárcel."- Kol soltó una estridente carcajada

-"¿Así que no vivís aquí en Nueva York?"

-"No, nosotros hemos venido aquí a pasar las vacaciones con mi abuela, lo hacemos todos los años. Y además, ahora que el abuelito se ha ido al cielo, la abuela está mas triste que nunca"- Entonces, miró a Kol con esos grandes y profundos ojos azules que lo conmovían. Solo le quedaban unas pocas horas, pero dado el día que era, no había mucha gente con la que ir de fiesta, y no tenía muchas ganas de divertirse. Fue sacado de sus pensamientos con la dulce vocecita de la pequeña que le decía:-"¿Tu no tienes familia con la que pasar las fiestas?"

-"No, supongo que no... Eramos mis padres, mis cinco hermanos y yo. Pero ahora... estoy solo."-Dijo con tristeza.

-"Tener que pasar la Navidad solo tiene que ser horrible"- Dijo con indignación la niña.

-"Entonces, ¿No querrás que tus papas se den cuenta de que no estás y tengan que pasar la Navidad solos, no?"- La niña se quedó pensativa.

-"Supongo que tienes razón...¿Me llevas a casa,por favor?"

Kol se lo pensó un poco antes de responder. Al fin y al cabo era solo una niña, podría incluso comérsela y usarla para coger más fuerzas, pero al mirarla y ver esa carita con una expresión de total inocencia, decidió optar por hacer lo correcto.-"Claro, ¿donde vives?"

-"Calle Bobe numero 10"- Se limitó a responder mientras se le escapaba un bostezo. Parecía muy cansada. Kol la cogió en brazos y con su supervelocidad de vampiro, la llevó hasta la dirección que le había dado. "Co...como?"- Kol le guiñó un ojo y volvió a irse con su velocidad de vampiro.

Caroline entró por la puerta principal. Vio a sus padres que habían parado de discutir. Estaban sentados en el sofá con una expresión de preocupación en sus rostros. Al verla, su madre se apresuró a estrecharla en sus brazos.

-"Caroline, cariño...¿Donde has estado? Los dos estábamos muy preocupados por ti y..."- Su madre siguió hablando durante un rato más, pero Caroline no la estaba escuchando, simplemente se dedicó a pensar en todo lo que había pasado esa noche. No estaba loca. No se lo había imaginado. Era real. Kol había sido real.


Las horas pasaron y el tiempo de Kol se acabó, y como había prometido, volvió a su ataúd pensando en que ahora, la dulce Caroline estaría en su camita durmiendo plácidamente.

24 de Diciembre de 2003 (Un año después)

Elijah abrió el ataúd de su hermano y lentamente le quitó la daga de su corazón. Como la última vez, segundos más tarde, Kol despertó.

-"Hola otra vez, hermano"- Dijo simplemente.-"Como ves, he cumplido con mi parte del trato, por ciento, muy eficaz tu información, tenías razón, la bruja murió hace trinta años, pero su hermosa hija no tuvo a mal ayudarme, después de decirle quien era y de parte de quien venía, claro"

-"Me alegro de que te sirviera, y francamente, no tenía dudas sobre que cumplieras tu parte del trato"- Dijo mientras salía de ese ataúd estirándose.- "Libre por fin...lo necesitaba"

-"Recuerda, es solo por una noche" - Dijo su hermano mayor con tono de reprimenda.

-"Lo se, lo se...no hace falta que me lo repitas"

-"Por cierto, te averigüe algo, sé que no me lo pediste, pero pensé que te gustaría saberlo. ¿Recuerdas aquel chico que vivía cerca de nuestra casa hace mas de un siglo? Aquel con el que siempre solías salir, tu mejor amigo?".- Kol simplemente asintió curioso mientras Elijah prosiguió:-" Bien, pues al parecer, murió hace unos 10 años, tuvo una vida plena, pero una trágica muerte. Estaca en el corazón. Lo siento, hermano"

-"No importa, ¿Que has averiguado sobre el?"- Exigió Kol.

-"Bueno...él está enterrado en el cementerio de la calle Wikery, no tiene pérdida. Era muy querido, por lo que le hicieron incluso un funeral. ¿No es gracioso? Un funeral a alguien que ya estaba muerto..."

-"Bien, hasta el año que viene, hermanito"- Se despidió Kol haciendo un gesto de saludo con la mano derecha.

-"Adiós, Kol, pásalo bien"- Pero Kol ya se había ido con su velocidad de vampiro. Solamente tenía 24 horas y no iba a desperdiciar ni un solo minuto de su tiempo hablando con Elijah.

Ya había hecho planes de lo que iba a hacer ese día. Una breve pasada por el cementerio y luego...¡FIESTA! Kol Mikaelson era como un niño encerrado en el cuerpo de un atractivo y sexy vampiro-adolescente de mas de mil años de antigüedad, pero aun así...¡LE ENCANTABAN LAS JUERGAS MAS QUE NADA! No obstante, recordó lo que había hecho el año anterior y cuando pensaba en ello solo veía la carita de esa dulce niña a la que había abierto sus sentimientos sin conocerla de nada. La pequeña Caroline...tan inocente. No sabe todo lo que hay en el mundo. Por un momento se le pasó por la cabeza lo interesante que sería enseñarle el mundo a una niña pequeña. Con una niña pequeña cualquiera sería un desastre, pero con Caroline...Pronto apartó todos esos pensamientos estúpidos y sin sentido de su cabeza. No iba a perder más tiempo.

Cruzó la calle y recorrió unos cuantos metros más hasta llegar al cementerio. Casi no había nadie y cuando finalmente encontró la lápida de su amigo vio a alguien allí dejando unas flores. Se acercó un poco más y se dio cuenta de que era una pequeña niña .

-"Hola, perdona...¿Es esta la tumba de John Forbes?"

-"Si".- Comenzó diciendo la niña, que seguía de espaldas a él.- "Era un amigo de mi abuelo."

-"También era amigo mio o al menos lo fue hace mucho tiempo".- Permanecieron en un cómodo silencio durante unos minutos hasta que la niña se giró despacio.

-"Lo siento, yo no lo conocía, pero...¿Kol?"- Dijo la niña muy sorprendida.

-"Ca...Caroline ¿Eres tu?"- ¿COMO PODÍA ESTAR PASANDO ESTO? ¿CUAL ES LA PROBABILIDAD DE QUE DOS PERSONAS SE ENCUENTREN EN ESTAS CIRCUNSTANCIAS?-"¿Que estás haciendo aquí?

-"Te lo dije, era amigo de mi abuelo" "Oh. Kol, eres real..."- Ahora Kol estaba un poco confundido.

-"¿Como...?"

-"Mama y papa dijeron que me lo había inventado, que la gente normal no corría tan rápido y-y-y...la señorita Maite me dijo que lo hacía para llamar la atención y nuestra vecina le dijo a mis padres que esto era normal por el divorcio y...y..y.."

-"Vale, vale...tranquilízate"- Caroline tomó un respiro hondo y se acercó para abrazarlo. Kol pensaba apartarla en seguida, pero no lo hizo, se sentía bien, así que le puso los brazos sobre la espalda tímidamente y luego ella se apartó. El se puso a su nivel y la miró a los ojos, sus pupilas se dilataron y comenzó a decir: "Caroline...no vas a hablar a nadie sobre mí"- Ella se limitó a asentir con la cabeza en un gesto de comprensión.

Kol se levantó del suelo dispuesto a marcharse, pero fue detenido por un pequeño bracito que lo estaba agarrando por una manga. Él se giró para ver que se trataba de Caroline que lo miraba con el rostro lleno de tristeza, se notaba que estaba intentando contener las lágrimas. Se dio cuenta en ese momento que desde la primera vez que la vio nunca había llorado. Ni perdida en medio de Nueva York sin sus padres la mañana de Navidad, ni sola en un cementerio. Cuando Kol bajó la vista, se encontró con sus enormes ojos mirándolo. Ella se limitó a decir:

-"No te vallas otra vez, por favor..."- Kol no lo entendía, los niños deberían temerlo, no pedirle que se quedara con ellos. Pero con Caroline era diferente, y él lo sabía, no podía negarse.

-"Está bien..."- Y ella se apresuró para estrecharlo en sus brazos cuando el la paró-"Pero por favor, no mas abrazos. Tengo que mantener mi apariencia de tío duro".- Dijo y le guiñó un ojo a Caroline, ella le dirigió una sonrisa divertida por el comentario y caminaron hacia fuera. Tal vez, un cementerio no era el lugar más apropiado para hablar, y menos con una niña pequeña.

-"¿Podemos ir al parque?"- Caroline preguntó haciendo un puchero al que Kol no pudo resistirse. Al ver que asentía, la pequeña niña lo llevó a un parque cerca de la zona, uno de sus preferidos de la ciudad. Se sentó en un banco observando a Caroline.

Se sorprendió por lo bien que se lo pasaron, tomaron helado y Kol estaba feliz. Se sorprendió por el gran numero de mujeres que intentaron ligar con el al ser "Padre soltero" y se sorprendió también por lo rápido que le pasó el tiempo. ¡Ya era casi de noche!

-"No,no,no,no,no...no puede ser...He perdido otro día..."

-"¿Como dices?"- Dijo Caroline al escuchar las palabras sin sentido que acababa de decir Kol.

-"N..no, nada...Creo que debo irme..."- Comenzó diciendo cuando Caroline lo interrumpió con un grito: -"¡No puedes irte!"-

-"Lo siento, pequeña, pero tengo que irme, tranquila, volveré el año que viene"- Y así, se fue corriendo, dejando a la pequeña sola en medio de la calle. No sabía muy bien por que le había prometido verla el año que viene, tal vez solo fue para que lo dejara marcharse, pero la verdad era que deseaba volver a verla. Era una simple niña , pero tenía algo...una luz. No era la simple luz de la inocencia que poseen todos los niños normales, era algo muchísimo más especial que eso. Algo que la atraía hacia el. Había sido mucha coincidencia que dos personas que a penas se conocen, estén solos en el mismo lugar en el mismo momento, pero...¿Dos veces? Eso ya no era una coincidencia, y Kol estaba dispuesto a averiguar que pasaba con esa niña y que era lo que los unía, y además...así tenía una excusa para cumplir lo que le había prometido...volver el año que viene...


CONTINUARÁ...

Dejad vuestros comentarios, por favor, si queréis que continúe con mi historia, los primeros capítulos serán como para contar lo que pasó esos cinco años que Kol pudo visitar a Caroline de niña, pero la historia principal está situada en 2011 es decir, cuando Caroline se ha convertido en vampiro, Klaus está buscando la forma de desatar la maldición para transformarse en un híbrido y despierta a Rebekah y a Kol para que le ayuden, entonces, será cuando Kol y Caroline volverán a verse. Todos se extrañarán mucho, ya que se suponía que llevaba un siglo sin salir de ataúd. Bueno...esto ha sido solo un pequeño avance...

¡Hasta la próxima!