Hola es un gusto estar de vuelta, por fín pude actualizar, digamos que tuve un pequeño problema con mi laptop pues derramé líquido sobre el teclado y pues tuve que llevarla al técnico ya se imaginarán XD, pero por fin me alegra de poder publicar este capítulo, de antemano gracias por sus comentarios y su gran cantidad de visitas, me hacen muy feliz:D

Disfruten :D


Capítulo 8: Quédate conmigo

Por Nod:

"MK he vuelto"

Pronuncié silenciosamente al dirigir mis ojos al cuerpo de mi querida MK, más ella no respondería, solo el eco de mis débiles palabras resonaban en esas cuatro paredes, la tranquilidad gobernaba por completo en aquella habitación; la miré fijamente recostada en aquella cama de pétalos blancos aún con sus ojos completamente cerrados y su piel tan suave como la seda, parecía como un ángel dormido, simplemente era tan hermosa que no podía evitar que mi corazón acelerada al tan sólo contemplarla; caminé lentamente hacia ella con pasos un poco torpes, mi corazón no dejaba de latir con más intensidad con cada paso que daba hacia ella, pero sin embargo también tenía miedo de perderla, pues era consciente de su condición.

Al llegar a ella me senté en una pequeña silla de madera que se encontraba a un costado de su cama, con suavidad me incliné hacia ella, cerrando lentamente mis ojos y con un movimiento dócil tomé una de sus manos clavando en ella un beso con bastante ternura, cómo me gustaría que ella lo pudiera sentir; me quedé así por un lapso de tiempo, con mis ojos cerrados y su mano cerca de mis labios, en ese instante me volví a derrumbar y un pequeño sollozo salió sin control alguno de mis labios, no podía evitar no sentirme mal.

"Lo siento MK… perdón por no haber llegado a tiempo" susurré con mi voz quebrantada, mientras una lagrima recorrió por mi mejilla.

Lentamente me reincorporé y me enderecé volviendo mis ojos a donde estaban los suyos, pero sin soltar su suave mano; con mis ojos un poco acuosos pude notar que varias de sus grandes heridas habían desaparecido, solo una gran venda hecha de hojas entrelazadas la envolvía alrededor de su frente, aquellas ropas destrozadas y sucias llenas de sangre habían desaparecido y su cuerpo era envuelto por una bata hecha de pétalos de flores y su suave piel estaba completamente limpia, la hacía lucir tan blanca como la nieve; lucía tan bella, pero me desmoronaba el no poder ver esos hermosos grandes ojos esmeraldas, un pequeño sollozo se volvió a escapar de mis labios, tenía tanto miedo de perderla, de que no volviera abrir esos hermosos ojos y sin ni siquiera poder expresarle este sentimiento tan fuerte que estaba sintiendo por ella.

Con suavidad me incliné hacia su oído, susurrándole palabras dulces con la esperanza de que ella me pudiera escuchar:

"MK, tienes que ser fuerte, yo se que saldrás de esta, por favor no me abandones"

"Significas mucho para mí" me quebranté, las lágrimas amenazaban por salir nuevamente de mis ojos.

"No me dejes"

"Quédate conmigo"

"Quédate conmigo por favor" dejé escapar un gemido más intenso y con ello mis lágrimas salieron sin control, un gran ahogo presionaba con fuerza mi pecho, no sería capaz de soportar la pérdida de alguien que yo amara tanto, ya sabía perfectamente lo que se sentía ese dolor, ese dolor aún seguía en mí en lo más hondo de mis recuerdos, no quería volverlo a revivir, pero era inevitable no poder pensar en ello…

"No me abandones como él lo hizo" apreté con mayor fuerza su mano.

"Quédate a mi lado"… susurré quebrantado con mis ojos cerrados postrado ante ella, sin hacer ningún movimiento en un largo tiempo, sólo sollozando en silencio…


"¡Hey mira!, por fin la terminé ¿Qué te parece?" mostrándole con mayor orgullo mi nueva creación, ella solo me miró curiosa con sus grandes ojos azules lo que acababa de terminar.

"Ay caray, ¿pero que es esa cosa?" una pequeña risa burlona resopló de sus labios.

"Oye que te pasa" le di un pequeño empujón en su hombro, pero ella no paraba de reír "¿Que no lo ves?, es una espada, yo mismo la forjé con mis manos, ¿a poco no te parece genial?"

"Ja ja no me digas, déjame adivinar" ella empezó a girar alrededor de mi con su sonrisa burlona y con unos de sus dedos jugando con una de sus grandes trenzas negras yo sólo la seguí con mi mirada "Con tan sólo ocho años y con una espada de madera irás a combatir a los boggans y te unirás a los hombre hoja, ja ja ya quiero ver eso"

"Mira quien lo dice, ya verás que algún día me uniré a ellos y combatiré en grandes batallas y seré un gran soldado como mi padre, ya verás que así será" le resoplé en su cara un poco molesto.

"Bien, ya quiero verlo" me sonrió pícaramente.

"Pues espérate y lo verás" le dije mientras hacía movimientos de pelea con mi nueva espada.

De pronto de la nada oí el revoloteó de las alas de los colibríes encima mío, no podía verlos pues la maleza de los árboles era bastante densa, mi corazón se emocionó por completo.

"¡Han vuelto!... ¡Mi papá ha regresado!" grité emocionado hacia mi pequeña amiguita, pues llevaba ya días sin verlo desde que se marchó a la batalla.

"Pues anda Nod, ve a su encuentro y muéstrale tu malhecha espada "una carcajada salió de sus labios.

"Ja ja, te aseguró que a él le encantará" le saqué la lengua jugando en señal de protesta.

"¡Si como no, ya quiero ver su cara!"

La oí gritar mientras me alejaba emocionado corriendo a toda velocidad entre el pasto y pequeños charcos de agua, sin perder de vista el sonido que provocaba el revoloteo de las alas de las pequeñas aves verdes; cuando menos me di cuenta ya estaba enfrente de mí el gran palacio y alrededor de él una multitud de habitantes de Claro de Luna recibiendo con aplausos a los recién llegados, una vez más, se había ganado la guerra nuevamente antes los boggans.

Como pude traté de darme paso entre la multitud para llegar lo más rápido posible a la entrada del palacio, donde estaban los hombre hoja y donde estaría mi padre, ya quería lanzarme a sus brazos y decirle lo mucho que lo extrañé y más que nada quería ver su cara de sorpresa cuando le mostrara mi nueva espada hecha por mi solito; admiraba tanto a mi padre y quería ser algún día como él, todo un hombre hoja y proteger con valentía a Claro de Luna.

"¡Papá, papá!" grite emocionado cuando por fin pude salir de entre ese mar de gente, subí rápidamente al palacio con peligro de tropezar, pero no me importaba yo solo quería ir a su encuentro.

Cuando por fin llegué a la cima, una gran multitud de hombres hoja estaba reunida allí, me sentía tan emocionado, pues sabía que algún día portaría alguno de esos uniformes verdes y sería parte de ellos, pero tenía que esperar, aún era sólo un pequeño niño.

"¡Papi!, ¿Dónde estás?" me abrí paso entre tanta armadura verde tratando de encontrar a mi padre, miraba el rostro de cada uno de ellos bajo esos enormes cascos, pero ninguno de ellos era mi padre, ellos sólo me sonreían ante mi inocencia, pero yo no me rendí y seguí buscando.

"¡Papá!"

"¡Papi!"

Cuando por fin pude salir de esa gran muchedumbre me topé con aquel general de cabellos blancos, él me miró asombrado al oír mis gritos.

"¡Ronin!" grité emocionado corriendo hacia él, el cual me levantó entre sus brazos y me dio un cálido abrazo.

"Me da tanto gusto volver a verte" le susurré a su oído emocionado.

"Y a mí a ti Nod, mira nomás como has crecido pequeño niño hoja" me sonrió guiñando un ojo, yo sólo me sonreí y le seguí el juego.

"Para que veas, cuando llegue a tu edad seré más alto que tú Ronin" me sonreí pícaramente.

"¿A si, pequeño niño hoja?, ya quiero ver eso" lo dijo mientras me daba cosquillas en mi estomago, haciéndome reír a carcajadas.

"¡Ya basta Ronin!, me rindo, me rindo tu ganas" le supliqué y el paró de hacerlas, cuando por fin volví en sí, me acerqué a su oído para susurrarle un secreto.

"¿Te digo algo?" le dije sigilosamente procurando que nadie más oyera a nuestro alrededor.

"A ver dime" me dijo con un tono pasivo.

"Cuando crezca y sea grande, voy a ser el mejor hombre hoja que haya existido en Claro de Luna"

"Yo sé que así será pequeño Nod" volvió su mirada a mis ojos y me miró dulcemente como un padre lo haría, Ronin significaba mucho para mí, era el mejor amigo de mi padre lo cual lo hacía parte de mi pequeña familia y como un segundo padre para mí; nos quedamos unos instantes en silencio, cuando de pronto rompo el hielo y entusiasmado le muestro mi creación nueva.

"¡Mira!, ¡Mira Ronin!, mi espada nueva ¿Qué te parece?" grité emocionado mientras se la mostré el sólo dio una pequeña sonrisa ante mi inocencia.

"Es muy bonita ¿tú mismo la hiciste?" me sonrió.

"Claro que si Ronin" la porté orgulloso.

"Con ella aprenderé unos movimientos de pelea, mi padre me prometió que me enseñaría cuando regresara de la batalla" pude notar en el rostro de Ronin un ligero cambio de actitud al mencionarlo, pero sin embargo yo decidí ignorarlo y seguí emocionado.

"Oye Ronin" le dije mientras miraba por todos lados buscando a mi padre entre la muchedumbre de hombres hojas.

"Si dime Nod" me dijo dulcemente.

"¿Has visto a mi papi?, el siempre está contigo, pero ahora no lo encuentro" lo miré inocentemente a los ojos esperando una respuesta, pero el solo se limitó a mirarme con una pequeña sonrisa en sus labios, instantes después me bajó al suelo, yo solo me le quedé viendo en silencio mientras se dirigía a uno de sus reclutas, de pronto el silencio surgió a mi alrededor, aquellas sonrisas de alegría se habían cambiado por miradas serias.

"Ronin ¿Que sucede?, ¿Dónde está mi papi?" él siguió volteado de espaldas a mí, mientras dio un largo suspiro recogiendo del hombre hoja pelirrojo lo que parecía ser una espada.

"¿Ronin?, ¿Te encuentras bien?" Le volví a resoplar esperando una respuesta la cual no me daría, lentamente dio la media vuelta y caminó hacia mí con paso sigiloso, su mirada alegre se había esfumado por completo, pero trataba de hacer un esfuerzo por mirarme con dulzura y comprensión, una sensación de ahogo repentinamente empezó a invadir mi corazón, "¿pero que era todo esto?", no lo comprendía; al estar delante mío, él se inca, colocando así nuestras miradas al mismo nivel, expandiendo entre sus manos aquella espada, la cual inmediatamente pude reconocer.

"Ronin, ¿Por qué tú tienes la espada de mi padre?, ¿Acaso te la prestó? "Lo miré confundido él en cambio no dijo nada, solo frunció un poco los labios antes de pronunciar sus siguientes palabras.

"Nod…" antes de que pudiera continuar lo interrumpí entusiasta.

"Oh ya se, de seguro se le cayó en la batalla y tú la recogiste y ahora tu me la das a mí para que no se le vaya a perder; entonces de seguro no tarda mi papi y así se la daré yo personalmente" lo miré con una sonrisa en mi rostro, sin embargo Ronin continuó serio y firme con la espada extendida en sus manos, mi sonrisa se fue opacando poco a poco como el sol que se oculta en el horizonte.

"Ronin, por favor dime algo, ¿Que sucede?, me estás asustando" aquello era cada vez más misterioso, empezaba a sentir como la sangre se me iba hasta los pies, él en cambio dirigió su mirada al suelo y antes de que yo pudiera decir algo más, dio un largo suspiro y con palabras suaves pronunció:

"Mi pequeño niño hoja, tómala por favor" sorprendido dejé caer mi espada de madera al suelo, expandiendo mis pequeñas manos en donde Ronin depositó la espada de mi padre, la observé por unos segundos, pude sentir un frío en mi corazón, tenía un mal presentimiento; vuelvo mi mirada apagada a la de Ronin y con mi voz temblorosa, vuelvo hacer la misma pregunta la cual nadie me había dado una respuesta aún:

"¿Dónde está mi padre?, él me prometió que volvería" Ronin no respondió inmediatamente, al penetrar a través de su mirada pude notar como en sus ojos se le empezó a formar una pequeña capa cristalina, dando un pequeño suspiro colocó ambas manos sobre mis hombros, mientras yo me aferraba con fuerza de la espada de mi padre, en ese momento empecé a comprender lo que sucedía.

"Nod"… sus ojos se pusieron aún mas cristalinos…" tu padre… no volverá"

Me quedé paralizado ante tales palabras dejando escapar sólo débiles quejidos de mis labios; apreté con mayor fuerza la espada entre mis manos y agaché mi mirada frunciendo mis párpados, poco a poco mi cuerpo fue perdiendo la cordura y empezó a temblar sin control alguno.

"Nod, tu padre fue una persona muy valiente y siempre protegió de ti y de Claro de Luna, él siempre vivirá en nuestros corazones y el jamás se olvidará de ti" mis quejidos se hicieron cada vez más intensos, no quería escucharlo, sus palabras solo herían a mi corazón

"Nod, por favor mírame, te juro que jamás de dejaré solo, prometí a tu padre que si un día él faltaba yo cuidaría de ti, jamás te abandonaré, es lo que tu padre querría" me lo dijo de la manera más dulce posible pero yo no quería creerle, todo era tan irreal una perpetua pesadilla.

"Nod jamás te dejaré sólo te lo prometo"

"¡Cállate!" Con un movimiento brusco me zafé de entre sus brazos y sin poder retenerlo más, las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas sin control alguno, el me miró sorprendido, pero pude también contemplar en su rostro el gran sufrimiento con el que también él cargaba.

"¡Mentira!...no es verdad, nada de lo que dices es cierto, el prometió que volvería, él no puede abandonarme, no ahora" lo miré con mis ojos llenos de lágrimas.

"Dime que no es cierto, por favor dime que volverá" le supliqué pero él no respondió y solo volvió su mirada al suelo.

"Lo siento Nod" susurró con su voz quebrantada.

"No, no, no" empiezo a negar moviendo mi cabeza de un lado a otro de manera violenta.

"¡Mi papá no está muerto!, ¡El prometió que volvería!" grité con todo el dolor de mi corazón arrojando con bastante violencia la espada de mi padre al suelo dejando impactado a Ronin ante mis palabras y mi acción; nuevamente el trató de acercarse a mí para darme consuelo pero con un movimiento brusco no se lo permití.

"¡Déjame solo!, no me toques"

Aquel dolor era tan ensordecedor que ya no lo pude soportar ni un segundo más, ya no quería estar ni un instante más allí, lo único en lo que pensaba era en huir de esa realidad tan cruel; di un pequeño paso hacia atrás y mirando a Ronin por última vez, repliqué nuevamente aquellas palabras con tanto dolor y completa negación:

"Él no está muerto"

"¡No puede abandonarme!"

Ronin volvió su mirada a mi pero antes de que pudiera decir algo, di media vuelta y salí corriendo abriéndome paso entre esa muchedumbre de hombres hoja, quería irme lo más lejos que pudiera de ese lugar.

"¡Nod, por favor espera!" Oí gritar a Ronin conforme me alejaba, pero no volví a él y él no fue hacia a mí.

Corrí sin rumbo fijo hasta internarme en el bosque, tropezándome una y otra vez con pequeñas piedras que había en el camino, pero aquel dolor era insignificante, comparado con el recuerdo de mi padre, al pensar en él equivalía a afiladas dagas que se enterraban una y otra vez en mi corazón, haciéndome sangrar en lo más profundo de mí ser.

Cansado de tanto correr, me detuve y mirando a mi alrededor pude observar un pequeño hueco en el tronco de un viejo árbol; rápidamente me interné en él sentándome en el rincón más alejado de la luz exterior; no me importó ni siquiera el peligro que pudiera existir allí como algún ratón o ardilla, mucho menos el olor de madera podrida y hojas secas que expedía el lugar; ya nada me importaba, yo sólo me estaba muriendo en vida lentamente con el pasar de los minutos; coloqué mis piernas lo más cercanas a mi torso, y con mis brazos las envolví, colocando mi frente sobre mis rodillas y empecé a derramar lágrimas nuevamente, el eco de mis sollozos era lo único que se hacía resonar en ese lugar tan frívolo; con el pasar de los minutos pude oír el aleteo de colibríes y voces, sabía que me estaban buscando, pero ya no salí a su encuentro, nada importaba ya…

"Papá, ¿por qué?"

"¿Porqué me abandonaste?"

"Papá"…


"Nod"

"Nod despierta" pude oír una voz lejana que me llamaba una y otra vez.

"¿Pero qué sucede?, ¿Dónde estoy?" norteado empecé a volver en sí, pero sin poder identificar en un principio lo que estaba pasando; con mi mirada un poco borrosa me dirigí a aquella voz que me llamaba, pude distinguir un gran bulto borroso a un costado mío, que poco a poco se fue convirtiendo en la imagen clara de Ronin.

"¿Ronin?" lo llamé confuso con mi voz aún adormilada, tratando de ser más consciente de la realidad en la que estaba.

"Nod que bueno que al fin despiertas, llamé a la puerta y al ver que no respondiste entré a verificar que todo estuviera bien, perdón por mi atrevimiento"

"Descuida hiciste lo correcto, no debí quedarme dormido" le sonreí tratando de ocultar el cansancio con el que cargaba mi cuerpo.

"Nod" colocó una de sus manos sobre mi hombro "te noto ya algo agotado, ve a descansar, yo cuidaré de MK"

"No" repliqué sereno "No me alejaré de su lado" volví mi mirada hacia ella con bastante dulzura, pero no pude ocultar mi tristeza dejando decaer mi mirada inmediatamente al ver que MK aún seguía postrada en aquella cama con sus ojos aún cerrados.

"Bien, entiendo" respondió seco ante tal situación, por un lapso de tiempo no nos dijimos nada, solo el silencio incómodo nos empezó a cubrir nuevamente, yo no dejaba de contemplar con tristeza el rostro de MK; Ronin lo notó:

"No es tu culpa Nod, ella estará bien" miré sorprendido a Ronin ante tales palabras, pues sin decirle nada, él pudo notar inmediatamente aquella culpabilidad que yo cargaba en esos momentos.

"Pero… ¿y si yo hubiera llegado antes?... quizás… ella…" me quebré sin poder terminar aquella frase, me dolía tanto pronunciarlo.

"Pero la encontraste y ahora ella se recuperará, estará bien, hiciste lo correcto" me alentó pero de la nada su mirada decayó "Yo no pude hacer lo mismo por tu padre"

"Papá" susurré en voz baja, recordando aquel doloroso sueño "No es tu culpa Ronin" de inmediato le respondí.

"Pero debí buscar más" dio un trago de saliva antes de pronunciar sus siguientes palabras, pude notar el dolor en su rostro "No hice lo suficiente, lo siento tanto Nod"

"No es verdad" le resoplé "Yo sé que hiciste más que lo suficiente" lo miré con un gesto alentador.

"Ahora… él está en un lugar mejor" me desmoroné dejando escapar un débil sollozo de mis labios.

"Tranquilo muchacho, él cuida de ti, además yo se que en este mismo momento estaría orgulloso de ti por todo lo que has logrado, un gran hombre hoja" me sonrió.

"Gracias Ronin" le devolví el mismo gesto

"Bueno… joven enamorado te dejo a solas" se empezó a alejar caminando hacia la puerta.

"Oye" le reproché mientras mis mejillas se ponían un poco calientes.

"No lo niegues" me guiñó el ojo yo no dije nada dejándome un poco apenado, el de inmediato interrumpe mi silencio incómodo.

"Cualquier cosa que necesites avísame por favor, sabes dónde encontrarme, cualquier cosa que averigüe también te aviso"

"Gracias Ronin, juró que me vengaré de quien le hizo todo esto a MK" empecé a sentir un poco de furia desde el fondo de mi corazón.

"Lo sé Nod, mientras tanto no bajaremos la guardia de cualquier cosa que ande vagando allá fuera, aunque no hemos encontrado nada, MK es la única que posee la respuesta"

"¿Acaso crees que se trate de él, quien atacó a MK?" lo miré preocupado, supe de inmediato que comprendía a quien me refería por la forma en la que me miró.

"No lo sé" llevó una de sus manos a su cabellera blanca encajando sus dedos en ella "a estas alturas todo es posible" dio un pequeño suspiro "Aunque las posibilidades son casi nulas, hay que tenerlo en cuenta"

"Así es" resoplé preocupado mientras contemplaba el rostro de MK.

"Nos vemos, cualquier cosa que necesites, sabes dónde encontrarme" con un movimiento fugaz y sin que pudiera yo despedirme salió de la habitación emparejando la puerta de tal manera que no hiciera ruido al cerrarse; una vez más me encontraba a solas en aquella habitación con MK, solo el silencio gobernó nuevamente el lugar.

Volví mi mirada hacia su hermoso rostro sujetando con suavidad unas de sus manos; dócilmente me inclino hacia su oreja:

"Estarás bien yo cuidaré de ti" le susurré con dulzura.

Lentamente me alejé de su oído hasta estar a la altura de sus ojos, quedando nuestros rostros muy cercas del uno y del otro; no podía dejar de contemplarla, era tan hermosa, en especial aquellos labios rosas los cuales me llamaban a besarlos, no pude abstenerme más y sin que hubiera algo que me detuviera me empecé a inclinar poco a poco hacia ellos, eran como un imán que me atraían con bastante fuerza; pero, estando a nada de rozar nuestros labios, me detuve:

"No es correcto" pensé, alejándome de ellos y plantando mejor un cálido beso en su suave mejilla.


El tiempo no perdona y fue transcurriendo lentamente en aquella habitación; durante a lo largo del día, entraban curanderos a checar el estado de MK, la cual se mantenía aun estable con el pasar de los minutos, aunque no presentaba alguna mejora notoria, por lo menos no se devastaba; algunos de ellos me ofrecieron comida y otros descanso, pero yo no acepté sus ofertas, pues no quería apartarme ni un instante más de ella.

Cuando menos pude darme cuenta el sol se ocultó tras el horizonte dejando salir una hermosa luna que brillaba a todo su esplendor, dejando penetrar un poco de su luz a través de una pequeña ventana que daba a la habitación, iluminando así el rostro de MK; por unos instantes me quedaba pensativo mirando a través de esa pequeña ventana, contemplando en medio de esa inmensa obscuridad aquellas luciérnagas que iluminaban el cielo nocturno; como anhelaba que MK pudiera abrir sus hermosos ojos esmeraldas y contemplara a mi lado aquella maravilla de la naturaleza, imaginaba con llevarla a las ramas de un frondoso árbol con las luciérnagas brillando a nuestro alrededor, iluminando su rostro mientras dibujaba en él una hermosa sonrisa.

Las horas pasaron unas tras otra y sin darme cuenta de ello pude notar como los rayos del sol aún débiles, empezaban a penetrar en la habitación iluminando parte de ella, aquella luna resplandeciente había desaparecido, siendo suplantada por un sol apenas saliendo en el horizonte; MK aún conservaba sus ojos cerrados sin poder contemplar la luz de un nuevo día, ella aún seguía hundida en esa inmensa obscuridad.

A pesar de estar toda la noche en vela cuidando de MK, no tenía sueño ni hambre, pues para mí su bienestar era lo más importante en ese momento que mi propia salud, pero no podía negar que sentía algo de desgaste físico por lo mismo y una pequeña pesadez en mis ojos.

Me encontraba acariciando su rostro cuando un sonido sorpresivo me sacó de mis pensamientos, era el sonido de unos leves golpes en la puerta:

"Nod, soy Ronin ¿puedo pasar?"

"Pásate" le dije con mi voz ya algo cansada, de inmediato se pasó dejando la puerta semiabierta detrás de él, quedándose parado a un costado de ella.

"¿Has averiguado algo?"

"Se han hecho supervisiones pero no se ha visto nada fuera de lo normal" me lo dijo en tono sereno.

"Ya veo" me sentí un poco decepcionado al no tener respuesta de lo sucedido.

"Oye Nod, tu entrenamiento con tus reclutas ¿quieres que lo suspenda el día de hoy?" es verdad, lo había olvidado por completo, yo deseaba estar con MK, pero no podía descuidar tampoco mis responsabilidades como hombre hoja.

"O si lo prefieres consigo algún sustituto para que los entrene hoy y sirve que tu descansas, te noto bastante agotado" me miró muy preocupado.

"Descuida yo iré a entrenarlos por un rato después me vendré de inmediato con MK" le dije con firmeza.

"Pero Nod, necesitas descansar" me resopló.

"Tranquilo, estaré bien te lo prometo" le sonreí para que se tranquilizara "Pero ¿Quién cuidará de ella?, ¿Lo harás tu Ronin?"

"Yo no puedo, tengo supervisión, pero hay un par que está dispuesto a cuidarla…"

"¿Qué?" lo interrumpí abruptamente "te refieres a….

¡Tuuuuuu! Resoplé en mis adentros cuando lo vi deslizarse entrando a la habitación.

"¿Es en serio?" Miré sorprendido a Ronin, él sólo se limitó a burlarse de mí.

"¿Algún problema niño hoja?" me miró con tono burlón eso hizo encenderme un poco más.

"Ya te he dicho que es hombre no niño, hombre hoja"

"Así pues yo no lo veo, niño"

"¿A si?" estuve a punto de abalanzarme hacia él cuando de pronto me vi interrumpido por otro integrante que entró a la habitación.

"Hola Nod, que gusto verte de nuevo, ¿Cómo está ella?" al mirarlo me tranquilicé ignorando un poco la presencia de Mub, pero en parte entristeciéndome por la pregunta que me hizo.

"Hola Grub, ella está bien, estable, pero aún no abre sus ojos" mi mirada decayó un poco.

"Cuando nos enteramos nos entristeció la noticia, pero no te preocupes cuidaremos bien de ella, va estar bien con nosotros te lo prometemos ¿verdad que si Mub?".

"Claro que sí, todo sea por mi niña" me miró con su mirada pícara, haciéndome molestar un poco.

"Ya te he dicho que no es tu niña" le resoplé a la babosa.

"Ja ja si como no, ella está loca por mi" me miró con su mirada retadora.

"¿Loca por una babosa? Ya quiero verlo" me burlé de él.

"Te aseguró que yo soy mucho mejor que tu cara plana"

"¿Disculpa?..." antes de seguir discutiendo Ronin me interrumpió.

"Debemos irnos Nod"

"Bien, permíteme tantito" tranquilo me abrí paso sobre Mub dirigiéndome a MK, la contemplé unos segundos más y tomando dócilmente unas de sus manos le di un beso con bastante ternura.

"Volveré te lo prometo" le susurré mientras contemplaba una vez más su rostro antes de marcharme.

Al dirigirme nuevamente hacia Mub, pude notar su mirada celosa por la acción que acababa de realizar con MK, la cual me dio un poco de ego, pero no había tiempo ya para peleas absurdas, así que me dirigí a Grub tratando de ignorar esa mirada de Mub.

"Gracias por cuidarla, cualquier cosa, si ella despertara por favor avísenme de inmediato"

"Claro que sí, yo te aviso Nod tu vete tranquilo" me sonrió.

"Gracias" caminé hacia la puerta junto con Ronin, el cual él fue el primero de salir de la habitación, estando ya afuera, observe por última vez a mi querida MK y a Mub y Grub mientras emparejaba lentamente la puerta ante mis ojos.

"Oh MK, despierta pronto por favor"

"Quédate conmigo" pensé al recordarla mientras me alejaba por esos largos pasillos de la enfermería.


Por MK

"¿Qué me ha pasado?"

"¿En dónde me encuentro?"

"¿Estaré muerta?"

Asustada miraba a mi alrededor, era un lugar lúgubre, no había absolutamente nada solo una inmensa obscuridad y silencio; de pronto una pequeña luz a lo lejos parecía alumbrar ese largo camino de tinieblas; asustada empecé a correr hacia ese punto de luz, pero por más que corría para alcanzarlo parecía alejarse más y más de mi.

"¡Espera detente!" grité desesperada, estirando una de mis manos tratando de alcanzarla, pero aquello parecía imposible, de pronto tropiezo cayendo de rodillas al suelo; me desmoroné empezando a derramar lágrimas de la desesperación.

"¿Dónde estoy? ¡Auxilio!"

"¡Que alguien me ayude!" grité con mayor fuerza, pero solo el eco de mi voz resonaba en ese inmenso vacío, estaba completamente sola, no había solución alguna, solo me encontraba corriendo en un lugar el cual no tenía fin alguno; cuando todo creí perdido pude ver como ese lucero de luz a lo lejos se acercaba a mi cada vez con mayor velocidad, encandilando mi rostro, la luz era tan intensa que tuve que cerrar mis ojos para que no me hiciera daño; cuando me alcanzó sentí caer en un gran vacío y de pronto… la nada…

"¡Haz vuelto!"

"¡Niña estás bien!"

Voces, solo voces a lo lejos oía resonar en mi mente cada vez más y más cercas…

"¡MK, has vuelto!"...


Bueno hasta aquí por el momento, voy adorar demasiado escribir el siguiente capítulo el cual seguro les encantará :3 , nuevamente gracias a sus comentarios y lindos deseos, son muy valiosos y me inspiran a seguir con esta historia, por ello gracias a:

ctza7, lauralina, Lydia, tremendo y Ana.

Nos vemos hasta próximo que tengan un lindo día :D