- No no. Voy a ir a ver cómo está Alexis, ves pensado que quieres de comer - le dije con una sonrisa traviesa.
Hum "Pues a esperar" pensé. Estaba inquieta, no podía hacer nada. Así que opte por llamar a Mady, necesitaba distraerme.
Al llegar a la habitación de Alexis escuché como entre susurros hablaban Jim y Johanna sobre mi y Kate y una decepción entró de nuevo por mi cuerpo, entré sin llamar - Disculpad, solo vengo a recoger a mi hija, no es conveniente que escuche esas conversaciones.
Hable con Mady unos minutos... me contó todo lo que me había perdido y me aseguro que el apartamento estaba en orden. Vi a Rick y a Alexis bajando las escaleras, extrañada por no ver a mis papás.
- Princesa vas a quedarte aquí con Kate mientras yo preparo la comida - tapé a ambas con una manta - y no le des mucha guerra a Kate que está malita también.
Las dos reímos por lo bajo - Bueno cariño, creo que nosotras te vamos a dar guerra a ti ¿verdad, Alexis?
- No os compincheis que os conozco - entrecerré los ojos - Kate, ¿tus padres quieren algo en especial de comer...? ¿Tú...?
-No, no... prepara lo que quieras, sabes que lo me como todo.
- Uy abogada, tenga cuidado con lo que dice, que hay menores delante - reí y me puse a preparar la comida. Johanna y Jim bajaron y se me cambió el semblante. Estaba rígido.
- Richard queremos pedirte disculpas por lo sucedido hace unos minutos - dijo mi mamá. ¿Qué habrá pasado?
La miré y asentí - Está bien - seguí preparando la comida. No sabía si estaba preparado para esta conversación y volver a enfrentarme a Jim era agotador.
Rick terminó de preparar la comida. Todos se sentaron en la mesa para comer excepto yo. Se podía notar cierta tensión.
- Esperad un momento, Jim si me ayudas podemos mover la mesa y comer junto a Kate todos - este asintió y acercamos la mesa hasta allí.
La comida transcurrió en silencio, nadie comento nada. - Papii ¿Por qué están todos tan callados? - preguntó Alexis.
Me pilló por sorpresa la pregunta, no sabía que responder y en ese preciso instante llegó mi madre "Salvado por la campana pensé" – Abuelaaaaaa.
- Parece que aquí alguien está mejor - comentó Martha. - Siii abuela, la mamá de Kate me cuidó muy bien.
- Más bien tu papá, Alexis, yo solo te di una dosis de... ¿cómo lo llamabas Katie? - dijo Johanna.
- ¿Una dosis de extra-cariño? o... ¿La dosis de mamitis? Aunque me imagino que es la primera.
- A veces hija que poca memoria tienes ¿eh? - ante tal ocurrencia todos echamos a reír.
Terminó la comida y mi madre se ofreció a lavar los platos. Mi padre y Rick se fueron al estudio, pues, mi padre pidió hablar con mi novio, cosa que me tenia de nervios.
- Tú dirás Jim - dije sentándome y haciéndole señas para que se sentara.
- ¿Sabes que sucedió cuando Richard subió por Alexis? - la pregunta de mi mamá me tomo por sorpresa. -No ¿Qué paso?
- Agradezco mucho lo que estás haciendo por nosotros y sobre todo por mi hija, es muy hospitalario por tu parte y... - No lo parece ¿sabe señor Beckett? - le corté.
- Bueno, al parecer tu padre no quiere aceptar a Richard... - Lo sé, mamá y no sé qué hacer para que lo acepte. - Hija, no me interrumpas. - Ok, Ok... sigue, no te volveré a interrumpir -Bueno...
- Richard, por favor, guárdate los sarcasmos para otro momento, estoy intentado disculparme.
- Bueno pues... estábamos discutiendo. Tú padre quiere que regreses con Josh otra vez... Y tu novio entró en ese preciso momento.
Jim explicó sus miedos y sus preocupaciones y podía comprender su situación sobre todo si Alexis tuviera mi edad - Entiendo Jim.
Mi madre continuó relatando lo que horas antes había sucedido. - Espera..., mamá ¿Me estás diciendo que estaban discutiendo con Alexis presente? ¡Es una niña!
- Sabes Jim, lo que no entiendo es qué hago exactamente para que no me veas con tu hija y sí con ese tal Josh. Pienso luchar por su hija y créame, hacerle daño no es mi objetivo.
Mi papá y Rick salieron del despacho. Me tranquilice un poco al verlos, al menos, mi padre no había asesinado a mi novio.
Notaba por su expresión que estaba tensa y le sonreí - ¿Estás cansada? ¿Cómo te encuentras cariño?
- Si, un poco. No me gusta estar en reposo... pero estoy bien - le respondí. - Nosotros les dejamos, tenemos cosas que hacer ¿verdad, Jim?
Jim asintió y se marcharon del loft - ¿Alexis duerme? - dije casi en un susurro cerca de su cuello, necesitaba sentir su abrazo.
- Si, y tu mamá cuida de ella... - le contesté.
- Ven, vamos a mi habitación - dije aun entre susurros cogiéndola en brazos con cuidado - creo que necesitas una dosis de mimos - sonreí con ternura.
Sonreí - ¿Solo una dosis? Uhmmm Yo digo que varias dosis, señor Castle.
- Señor seré cuando aceptes casarte conmigo - dije dulce pero me quedé mudo al darme cuenta que aquello había salido de mi mente - algún... día... - intenté quitarle hierro, nervioso.
Me puse tensa al oír las palabras de Rick. Lo miré con dulzura - Solo el tiempo dirá, cariño.
-Hmmmm - afirme colocándola sobre la cama - ¿así estas bien? ¿Necesitas algo? - su rostro emanaba una luz especial y yo no podía dejar de sonreír como un bobo.
- Estoy perfectamente - me acerca más a él - Y lo que necesito... ya lo tengo - le dije en un susurro.
Me cogió por la solapa de la camisa y me hizo tumbar a su lado, con cuidado, devorando mi boca. - Kate... - conseguía que perdiera todo control.
Paré de besarlo. Lo miré directamente a los ojos... esos ojos azules que hacen que pierda el control, aquellos ojos que me atraparon al instante.
'Miradas', así podría llamarse nuestra historia de amor, así comenzó este camino, con simples 'Miradas'. - Te quiero
- Yo también, amor... Yo también te quiero - lo besé nuevamente.
Deslicé mis labios al punto exacto de su cuello, donde palpitaba su pulso, lo besé mientras mis manos se colaban por su camiseta.
- No me dejes nunca, cariño – susurré.
- Nunca. Kate... - la miré fijamente con mucha ternura - junto con Alexis, eres lo mejor que hay en mi vida... - hice una pausa - eres mi vida.
El momento fue interrumpido por Martha... que había entrado a la habitación.
- Ma... Madre, ¿podrías llamar a la puerta sabes? - dije incorporándome.
-Perdón querido. No pensaba que... bueno, creo que es mejor dejarlos solos. Alexis está dormida y bien, puedes estar tranquilo
- Gracias madre - gruñí resignado en cuanto salió. - Lo siento.
- No te preocupes, ella vive aquí... yo solo soy una invitada.
- Sabes que no abogada - levanté su camiseta ligeramente y empecé a darle pequeños mordisquitos juguetones por su vientre escuchándola reír.
- ¡Para! Me haces cosquillas - no podía dejar de reír.
Los mordiscos pasaron a ser besos que iban recorriendo su cuerpo hasta llegar a su herida, besé su alrededor suavemente.
- ¿Sabes? Me hacen inmensamente feliz, gracias por ser parte de mi vida, gracias Rick - solté de repente.
- Siempre - fue lo único que dije sellándolo con un beso. Fui dejándole caricias por todo su torso y le quité la parte de arriba del pijama por completo. Era una diosa.
Al cabo de unas horas mis padres volvieron y Alexis se despertó.
Me había encargado de darle los mimos a mi musa que necesitaba y correspondían y se quedó dormida, así aproveché para escribir hasta que llegaron sus padres.
Martha se ofreció a preparar la cena y mi mamá a ayudarla. Alexis se encontraba mucho mejor y mi papá y Rick platicaban animadamente para mi sorpresa.
Escuché a Kate llamarme desde la habitación y fui a por ella. - ¿Me llamabas dormilona? - dije sacándole la lengua - te noto descansada - reí pícaramente.
Le aventé una almohada y Alexis y yo reímos juntas - En realidad Alexis te llamaba.
Con rapidez cogí el cojín - Ya, ya... abogada, ¿está usted inculpando a una inocente niña para zafarse de sus hechos? Eso está muy mal ¿eh? ¿Verdad que sí princesa? - pregunté a Alexis y ésta asintió riéndose.
-Ya… ya... ¿Desde cuándo ustedes se unen en mi contra?
- ¡Esa es mi chica! - le digo triunfante a Alexis. - Papá siempre dice que no se tienen que decir mentiras ni siquiera piadosas - dice como algo obvio y veo a Kate sonreír.
- Así debe de ser, peque - le di un beso en la frente - Ahora ¿No recuerdas para que llamamos a tu padre?
- ¡Tenemos hambre! ¿Qué vamos a cenar? - se acurrucó a Kate. - Hummmm a ver que piense a ver que piense... - dije haciéndome el interesante frotando mi barbilla.
- Papiiii, no vamos a esperar mucho, ¡tenemos mucha hambre! - Si cariño, o es que ¿quieres que nos muramos de hambre?