Oh… me siento algo emocionada porque solamente quedan unos cuantos capítulos antes de terminar este largo fic que inicio con tan solo una canción, pero bueno, ya sabía cómo iba a terminar todo esto desde un principio. Este va a ser un capitulo tan bonito, que me lo releeré cuando llueva :'3


Mírame de otra forma

Capítulo 12

El Misterioso Monstruo de la Noche

Aquella reunión de fiesta había sido más larga de lo que ellos habían planeado, pero todos se habían divertido y eso era lo importante. De alguna u otra forma encontraban algo que hacer, sea bailar hasta quedarse muertos en el suelo o jugar videojuegos. Pero algunos invitados ya se habían marchado por lo tarde del horario.

Resultaba comprometedor para aquella chica pelirroja que pueda haberse topado con aquella pulsera mágica, quizás el destino le tenía algo preparado pero aun así si no la hubiese encontrado estaría aquí… obviamente las cosas hubieran tomado un giró muy descabellado. Sabía que en algún momento debía de decirle la verdad a Finn y a los demás.

La Princesa de pelirrojos cabellos y ahora piel blanca observaba hacia la nada detrás de una ventana del fuerte del árbol con una mano en su mentón.

-Quisiera creer que esto solo es un mal sueño que me gusta… - susurró viendo la oscuridad de afuera. Apenas iba a levantarse, una gota cayó golpeando el cristal frente a ella, la chica se inclinó acercándose nuevamente a la ventana poniéndole atención al pequeño líquido - una gota… de agua… – al instante comenzaron a caer dos, tres, cuatro… e incontables gotas de lluvia estaban golpeando fuertemente la ventana frente a ella.

La Princesa retrocedió un poco para observar mejor, inmóvil mirando la lluvia. Algo contenta, algo asustada, pero sin duda alguna estaba maravillada. ¿Alguna vez has visto llover lava? Obviamente no, ni la Princesa Flama lo ha hecho. Aun así, la primera vez que vio que lloviera fue el primer día que pudo salir del Reino del Fuego, pero había quedado inconsciente por culpa de la misma como para haberla contemplado.

Estaba a punto de levantar la ventana para entrar en contacto con el agua cuando fue interrumpida.

-Hey, ¿Qué intentas hacer? – Dijo Marceline sosteniéndola del brazo evitando que siguiera abriendo la ventana - ¡Hay una gran ventisca afuera! –

Los pocos invitados que quedaban se acercaron dónde estaban Marceline y la Princesa Flama observando la fuerte lluvia de afuera.

-No creo que sea seguro salir con este clima – comentó Jake, cubriendo la ventana que era azotada por el viento provocando un gesto de tristeza en la pelirroja

-El reino de las nubes ha de estar de malas hoy – agrego Tick

-Oh ¡Por favor, chicos! Esto no es nada. Las lluvias de cuchillos son más aterradoras – dijo Finn con confianza

-¿Crees poder darle toda una vuelta a la casa del árbol desde afuera sin que te suceda algo? – lo reto la Dulce Princesa

-¡Por supuesto! – acepto el rubio valientemente

El chico abrió la puerta de salida lentamente mientras salía del lugar. Apenas Finn salió, los presentes quedaron un par de segundos en silencio hasta que un estruendo y el grito de Finn destruyeron el silencio.

Finn entro velozmente de nuevo al fuerte del árbol, empapado y chamuscado por un rayo causando la risa entre los presentes.

-Mi héroe… - Dijo Marceline sarcástica cruzando los brazos aumentando las risas

- ¿Y ahora qué? – pregunto Jake algo preocupado

Los estruendos afuera de la casa del árbol no podían ser pasados por alto, la Princesa Flama se estremecía con cada uno de esos sonidos fuertes pero al mismo tiempo la hacían desear salir de allí.

-Tendremos que quedarnos aquí hasta mañana –La Princesa Flama saco afuera sus pensamientos al escuchar lo dicho por la Dulce Princesa, quien empezó a mover la cortina que había puesto Jake para ver mejor su alrededor – además… por la cantidad de relámpagos yo diría que nos podemos quedar sin luz en cualquier… -

Todas las luces de la habitación se apagaron dejándolos en la oscuridad

-… momento – concluyó la princesa de dulce. Ahora el único índice de visibilidad era la cara de Bmo y los brillosos rayos que caían cerca - ¿Cuántos están aquí? –

-A ver… estamos Finn y yo, Bmo, la Dulce Princesa, Freya, la ardilla rara, Marceline… y creo que la Princesa Grumosa se quedó dormida en algún lugar del fuerte del árbol – contesto Jake trayendo un par de velas – Bien, si nos vamos a quedar aquí merecemos algo de luces… ¡BMO, trae las linternas de emergencia! – gritó, a lo que se escucharon pequeños pasos provenientes de Bmo.

-Yo me voy a ir a poner mi piyama – decía Finn quien aún seguía empapado abandonando la habitación

-¡A Bmo le encanta ser útil! – La pequeña máquina de videojuegos que cumplía con varias funciones chocó con la pierna de cada una de las personas que estaban allí, entregándoles una linterna a cada uno de ellos – Hey chicos… – llamó la atención de todos, lo que fue un error puesto que todos dirigieron sus linternas hacia Bmo cegando su visión. La consola de videojuegos cayó de espaldas sin mucha importancia mientras levantaba una linterna – nos hace falta alguien -

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No sabía en qué momento decidió dejar a los demás y seguir por ella misma, aun así, la oscuridad no le era muy favorable. Jamás le había tocado caminar a ciegas, quiéralo o no ella misma antes se servía como única fuente de visibilidad. Pero, para suerte de la adolecente conocía el fuerte del árbol como la palma de su mano.

Un cuadro de luz relampagueante llamo su atención alejándola de sus pensamientos nulos, había llegado a la puerta delantera que salía para el pequeño puente de madera. Abrió con cuidado, y comenzó a sentir el frio de la ventisca de afuera; vaya que era diferente la experiencia, obviamente prefería el calor porque aun así ella ya no fuese de fuego se sentía débil al estar expuesta el frio.

Observo el cielo nuevamente viendo como caían rápidamente las gotas de agua, quizás aún tenía miedo de dejar que la lluvia la tocara pero repentinamente llamaba demasiado su atención como para ignorarlo.

Vamos a analizar un poco esto, en el gran y gordo problema en el que se involucró. Se puso una pulsera cualquiera, que fue entregada por Pan de Canela y distorsiono todo su mundo; la cambió física y elementalmente además de que hiso que dijera la primera y más grande mentira de su vida.

A pesar de todo eso, solo podría ser un inconveniente más… de no ser que según se acababa de enterar que al finalizar todo el procedimiento podría morir si no es lo suficientemente fuerte… o someterse a altas temperaturas para herirse a sí misma…

Decidió salir, sentándose en un borde en donde no caía agua.

-Sigo sin poder creer que esté pasándome esto a mí – dijo con normalidad, ya no tenía nada de que sorprenderse. Con confianza, estiro su brazo hasta que le cayeran gotas de lluvia; frías y húmedas gotas de lluvia rozaban el brazo de la chica. Cerró los ojos y giró su brazo abriendo la palma de su mano, una gota cayó en la mitad de su mano causándole un agudo ardor que la sorprendió abriendo los ojos de repente - ¡Qué demonios! – agarró su muñeca derecha con la otra mano y observo su mano ¿Qué había sido eso? Había sido como si sintiera que el agua había vuelto a ser un ácido mortal para ella… ¿Será que el efecto de la pulsera estaba por terminarse?

La pequeña gota comenzó a caer desde la mitad de su mano, dejando ver que en la mitad de su mano había un pequeño punto rojo, observo la otra y también tenía ese punto rojo justo en la mitad de la mano. Era bastante extraño, hace un rato no tenía eso allí. Recorrió su mano derecha con un dedo hasta tocar el curioso punto rojo, a lo mejor solamente era su imaginación y ya estaba viendo puntos rojos por todos lados, quiso convencerse pero cuando toco la mitad de su mano se quemó.

-¿Qué…? – pudo soltar la pelirroja que aún no entendía lo que sucedía. Sintió que uno de sus ojos se había humedecido por haberse quemado, se secó la pequeña lágrima y para sorpresa de la chica era de agua. – Demonios… - dijo temiendo lo obvio, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que llego al fuerte del árbol? Ya bastantes horas, lo que significaba que probablemente era el siguiente día. Miró insegura la pulsera que no salía de su muñeca, y ciertamente la tercera gema estaba brillando.

Fijó su atención en el paisaje en busca de distracción mientras se sentía algo aburrida y desconcertada. El sonido de la lluvia era muy fuerte, tanto que la inquietaba un poco.

La chica se levantó de donde estaba y se paró justo en la mitad de la llovizna, levantó su cabeza en dirección al cielo y sintió como cada gota caía en ella. Se sintió inerte, invisible, por primera vez sentía el frio agradable mientras disfrutaba por primera vez de la geos mina.

Jamás creyó que pudiera disfrutar tanto del agua.

De repente la lluvia que caía en su rostro tan solo se confundió con lágrimas.

Sentía que sus limitaciones por fin habían terminado

-¡Oye, ¿Qué estás haciendo?! – Abrió los ojos al instante al escuchar gritar a alguien, y al mismo tiempo sentir que la habían jalado del brazo a dentro - ¡¿Estás loca?! ¡Vas a enfermarte! –

Reconoció la voz al instante.

Era Finn.

Parpadeo varias veces desconcertada - …lo lamento… no sé qué sucedió… - la Princesa retrocedió un poco al sentir un par de pasos de Finn acercándose a ella, tocando con su espalda una pared

-Te vas a resfriar – quizás tenía razón, estaba empapada – Ten –

Flama sintió las manos de Finn en su rostro mientras él le ponía una manta tibia a su alrededor

-¿Estas bien? – le sonrió, provocando que la Princesa le devolviera otra sonrisa

-¡Vaya, hasta que los encontramos! – llegó Marceline alumbrándolos a ambos en el rostro con su linterna y llamando la atención de los demás quienes también los estaban buscando

-¿Por qué están tan cerca? – dijo BMO, produciendo un sonrojo de ambos y unas muecas de burla de parte de los demás

-¿Y por qué estás tan mojada? – soltó la Dulce Princesa

La Princesa Flama estaba a punto de balbucearle cualquier cosa que se le viniera a la mente cuando se escuchó un estruendo en la sala que llamo la atención de todos.

Al llegar todos a la sala solo encontraron a la Princesa Grumosa quejándose de no encontrar el baño, tocándole a Finn guiarla. Jake se fue a traer bocadillos mientras que discutía con Tick.

-Flama, te vas a enfermar si te quedas con esa ropa – dijo la Dulce Princesa amablemente

-Hey, yo aún tengo ropa aquí de cuando vivía en este lugar… - Marceline se cruzó de brazos en un tono de picardía. Las miradas de ambas mujeres se tornaron macabras para la Princesa Flama justo cuando empezaron a sonreír, Flama empalideció en un instante. ¿Qué tramaban esas dos?

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-¡Oh, pero que linda te ves~! – rió la Dulce Princesa – te ves muy tierna – Marceline intentaba aguantar la risa sin éxito detrás de ella.

-Phfss… adorablepfd – articuló Marceline

La Princesa Flama tenía el ceño fruncido mientras veía como Bonnibel y Marceline estallaban de la risa, la habían usado de maniquí. Le hicieron dos colas de caballo, le pusieron un moño rosado y un vestido del mismo color; para ellas Flama siempre será una niña pequeña.

-No es gracioso – comenzó a soltarse el cabello

-¿No piensas quitarte esa cinta de la frente? – preguntó Marceline, recibiendo una respuesta negativa

-Pero no le va al vestido – se cruzó de brazos la Dulce Princesa

-No me interesa… -

-Tengo una idea – Marceline agarró el moño y se lo puso en la cara a Flama - ¡Ta da! – La Dulce Princesa rió por el acto de la vampiresa, y Flama sin remedio se contagió de la risa de ambas

Al quitarse el raro vestido, decidió buscar que otra ropa podría haber guardado Marceline allí - ¿No tienes algo de color rojo? –

-Niña, todo lo que haya tenido de color rojo se convirtió en gris hace mucho tiempo - Marceline tenía los ojos cerrados y estaba recostada en el sofá

-Sabes… me gusta como ustedes dos son de unidas cuando están conmigo… - decía mientras agarraba una blusa blanca y una falda de color negro

La Dulce Princesa y Marceline intercambiaron miradas por el comentario de la Princesa Flama, sonriendo al mismo tiempo.

-¿Qué tal? – volvió a llamar la atención de las presentes, llevaba puesta un bonito conjunto en blanco y negro

-Fenomenal/Agradable- dijo Marceline mostrándole el pulgar y la Dulce Princesa con una sonrisa

-¡Marcy, Princesa, Freya! ¿Van a tardar mucho? – gritó Jake desde afuera, la Princesa Flama ladeó la cabeza más bien por "Princesa" – Ya tenemos aquí los bocadillos, ¡si no se dan prisa Grumosa y la Ardilla rara no les dejaran nada! -

-¡Ya vamos! – anunció la Dulce Princesa

Las tres habían salido de la habitación, con las linternas apagadas suponiendo que los demás tenían el lugar iluminado pero al salir parecía como si tuvieran los ojos cerrados

Nunca había visto tanta oscuridad en mi vida… - pensó Flama

-¡Hey chicos, ¿en qué parte están?!- gritó la Dulce Princesa mientras que las tres encendían sus linternas -Esto parece casa del terror… - murmuró y caminaron hacia donde se escuchaban ruidos

Finn, Jake y BMO organizaron todo para que sus invitados pudieran estar lo mejor posible, la verdad, la habitación lucía hermosa. Pusieron muchas velas y organizaron varias linternas los suficientes para alumbrar casi toda la habitación, además unas cuantas bolsas para dormir en el centro.

-Wow, sorprendente chicos – Marceline se acercó flotando - ¿y dónde está la comida? ¡Muero de hambre! -

Después de un rato todos se encontraban comiéndose todo lo que Finn y Jake pudieron encontrar en su cocina, frituras, papitas, jugos, etc. Con algo de suerte, nada estaba en mal estado.

Flama estaba escogiendo que comer, de lo que sobraba para todos los demás que no se comieron Tick (quien rodaba por toda la habitación como una bolita peluda) y Grumosa (Quien ya estaba profundamente dormida y babeando el sofá favorito de Jake). Jake estaba jugando con BMO, la Dulce Princesa quien estaba hablando con Finn y Marceline decidió levantarse de su lugar a donde estaban los aperitivos.

-¿Pasa algo? – preguntó Flama viendo la notable cara de frustración en el rostro de la pelirosada

Bonnibel suspiró - … a veces no comprendo del por qué Marceline actúa así… -

-¿Actúa cómo? – arqueó una ceja

-Es… tan irresponsable… ve todo con tanta sencillez… no se toma nada enserio… - cerró los ojos mientras jugaba con su dedo en un vaso – a veces no tolero su actitud… -

La Princesa Flama se quedó callada un momento, veía que la DP estaba ¿triste? Ella nunca ha estado triste… siempre que algo salía mal solo se preocupaba o gritaba cosas en Aleman! Jamás le importaba la forma de ser de alguien… ni lo que pensara la gente de ella a parte de sus súbditos… ¿Por qué era tan diferente todo con Marceline?

-No creo que sea irresponsable… - dijo la pelirroja, Bonnie se sorprendió por sus palabras – ambas son muy diferentes… pero a la vez son muy parecidas. Ambas quieren lo mismo. –

La Dulce Princesa sostuvo el silencio ¿Acaso ella…?

-Ustedes dos son grandes amigas, estoy segura de que han salido de muchas situaciones difíciles juntas – continuó, sosteniendo una bolsa de frituras – también estoy segura de que ambas son un gran equipo, y pueden resolver cualquier problema… - se levantó de su lugar dirigiéndose donde los demás - … más aún juntas –

La Dulce Princesa observo como la chica se alejaba, y giró su mirada hacia Marceline que reía alegremente con Finn. Tal vez la Princesa tenía razón.

-Creo que ya es tarde- bostezó y estiró los brazos Marceline

-Efectivamente – dijo Jake que ya había dejado de jugar con la consola hace un buen rato

-¡A dormir! – gritaron Finn y BMO al mismo tiempo

-Guau guau guau! Tranquilos! – Los detuvo Jake – ¡antes de dormir hay que escuchar una historia de terror! – propuso mientras apagaba todas las velas y dejaba a todos solo con sus linternas. Apuntó la suya a su rostro - ¿Quién quiere contarla? –

BMO, Finn y la Dulce Princesa levantaron la mano mientras que Marceline se cruzó de brazos con una sonrisa esperando que se lo pidieran.

-Finn – escogió

El chico emocionado salto al centro de todos a lo que Jake decidió tomar un poco de agua.

-¡Bien! Esta historia se llama… el horrible día en que descubrí la habitación secreta de Jake… -

El perro de inmediato escupió el agua que estaba bebiendo - ¡Suficiente, alguien más! – gritó mientras que Finn se devolvía reído a su lugar y todos los demás lo acompañaban.

-¿Qué tal una historia real que en verdad de miedo? – soltó Tick

-Perfecto – la Dulce Princesa se sentó en el centro –

"Hay una leyenda, de hace muchos años que cuenta que un día se descubrieron un par de piedras increíbles, ambas eran muy inusuales. Ambas contenían poderes colosales, una el poder de la maldad y la oscuridad, la otra de la bondad, y la luz.

Cada cierto tiempo una de las piedras aparecía en el mundo, formada en un ser que causaba caos y destrucción. El Monstruo era increíblemente invencible, durante ese tiempo salía todas las noches a matar todo lo que se cruzara en su camino. Muchos dieron sus vidas intentando proteger todo lo que era valioso para ellos, pero no había esperanza.

Se decía que algún día la segunda piedra aparecería para poder hacer que aquella tragedia de muchas lunas fuera derrotada y desapareciera."

La Princesa Flama sintió familiar aquella historia…

Cuando ella era pequeña, escucho esa leyenda pero había algo que le dijeron que al parecer solamente el Reino de Fuego sabía. Supuestamente aquella piedra provenía del Reino de Fuego. ¿Serán ciertas ambas cosas?

-¿Esa es la historia de la bestia que saldrá mañana, verdad? – dijo Jake temblando y sorprendiendo a la Princesa Flama, la Dulce Princesa solo le asintió

-El día de mañana va a ser muy peligroso, por eso quería divertirme hoy – dijo la Dp

-¡Patrañas! – Grito Finn – ¡Yo puedo acabar con él en un instante! –

-No tan rápido, héroe – se cruzó de brazos Marceline – incluso para mí fue algo muy difícil, no será tan sencillo –

-Y como ustedes no encontraron la piedra, será aún más difícil – dijo la Dulce Princesa parándose de su lugar- de todos modos ya es hora de que nos vayamos a dormir –

Todos concordaron con la Dulce Princesa, se acomodaron en sus lugares, apagaron sus linternas y se dispusieron a dormir.

BMO se quitó sus baterías y se durmió de inmediato, se escucharon unos susurros provenientes de Marceline y la Dulce Princesa por un rato hasta que se durmieron. Jake no tuvo ningún problema en dormir aunque para Finn se le complico un poco ya que él estaba más cerca de los ronquidos de Grumosa.

La P. Flama se había quedado inerte ahí acostada mirando literalmente a la nada, estaba asustada, cerrara o abriera los ojos veía lo mismo. Oscuridad. ¿Hace falta mencionar que ella era nueva en esto?

Pensó en la historia que había contado la Dulce Princesa, así que era real… y habrá un conflicto mañana por la noche… y probablemente mueran muchas personas. Todos los demás se lo tomaban con mucha tranquilidad, aunque claro ¿ellos cuando no están en peligro de muerte?

Si necesitan aquella piedra para algo… ella podría ayudar a conseguirla. Pero tendría que ir al Reino de Fuego, y pedir toda la información posible de su padre.

De pronto sintió que un brazo la estaba rodeando, no era peludo como el de Jake, ni frio o empalagoso como el de Marceline y la Dulce Princesa.

¿Era el de Finn? ¿Acaso Finn la estaba abrazando?

De repente, todo el miedo que sentía desapareció.


Espero que les haya entretenido, si pareció muy corto ¡Es la magia del entretenimiento! Porque son más de tres mil palabras!. Muchísimas gracias por todo su apoyo! De verdad, son increíbles. No solo por el de aquí si no por el que me brindas los demás.

Falta poco para el final de esta larga historia, y espero que puedan leerla hasta el final.

Gracias por los últimos comentarios a:

Dc. Yerko ~ Poker Knight ~ Menita-Chan~ Yair~ UnirverseKing654~ Alej-KrosCole~ Cronos Cabrera~ PheobeHDA~

Y todos los demás anónimos que comentaron.

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